Lágrimas en un adiós para la historia: Roger Federer y Rafa Nadal lloran en la despedida del suizo

Las lágrimas se le escaparon solas nada más terminar el partido. Una vez que finalizó su último duelo como profesional Roger Federer se emocionó como pocas veces lo había hecho antes. Nadal, de fondo, también lloraba. Eran lágrimas reales, de corazón. El resultado del partido, una derrota en el dobles en la Laver Cup, poco valía. La gran noticia es que Federer, leyenda del deporte mundial, se iba para siempre.

En Londres, pasadas ya las doce y media hora local -la 1:30 ya en España-, Federer se llevó el último gran aplauso, uno que duró muchísimos minutos. Acababa de perder el partido de dobles que jugó con Nadal ante Sock y Tifoe, un encuentro que se decidió en el super tiebreak del tercer set y en el que Federer y Nadal estuvieron a nada de ganar el partido, con bola de partido desperdiciada. Ganaron la primera manga, cayeron en la segunda, y al final todo se decidió en un desempate precioso, largo y emocionante en el que el equipo europeo acabó cayendo.

Justo cuando terminó el partido y los jugadores se saludaban en la red Federer no pudo evitar llorar. Londres le brindó la despedida que se le merecía y la organización de la Laver Cup -torneo que él fundó- puso todos los ingredientes para que la noche fuera inolvidable. Nadal, a su lado, le acompañaba en lágrimas, porque el español también dice adiós a parte de su tenis y de su historia. Hubo momentos inclusos en los que Rafa lloró más que Roger. La imagen fue impactante.

«Estoy contento, no estoy triste», aclaraba un Federer roto por la emoción. Su mujer, en la grada, le veía también con los ojos llorosos. Roger explicó que tenía «miedo» a lesionarse más de lo que ya está, de ahí el gran mérito en este partido que tuvo momentos de gran tenis, aunque se notó que no era el partido del siglo y tenía toques de exhibición. «Ha sido un viaje perfecto», añadió el ya legendario tenista, incapaz de sumar tres frases en la entrevista posterior al partido.

Federer pone así punto y final a 24 años de carrera dejando atrás 20 títulos de Grand Slam, 103 torneos ganados, 310 semanas como número y uno de los estilos de juegos más elegantes y vistosos de la historia. La derrota de la pareja 'Fedal' -así han bautizado a la unión entre Federer y Nadal- deja a Europa empatada a dos con el resto del mundo tras la disputa del primer día de competición en la Laver Cup.