Resumen del 2023 en el deporte (II) Carlos Alcaraz, el 2023 del zagal que se hizo grande con una final de Wimbledon para la historia
Este ha sido el año de su despegue con su segundo Grand Slam y varios Masters 1.000 conseguidos
Así te lo contamos en El Debate: Carlos Alcaraz gana su primer Wimbledon a la épica y vence a Djokovic en una final para la historia
Ya era una realidad en el tenis mundial, pero Carlos Alcaraz ha demostrado que está más que preparado para seguir haciendo historia. Su misión no será nada fácil. El murciano tendrá que coger el testigo de Novak Djokovic y Rafael Nadal, dos de los tenistas más grandes de la historia de este deporte.
Esta afirmación –Alcaraz está haciendo historia– ya empieza a retumbar por las paredes de todos los grandes torneos. Y es que su 2023 ha sido sublime. Es decir, se acaban las palabras para describir a Carlos Alcaraz. Y cuando no se pueden utilizar más adjetivos para hablar del impacto que ha tenido el tenista murciano en el mundo del tenis... eso es una muy buena señal.
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Así fue el histórico punto con el que Carlos Alcaraz se coronó en Wimbledon
Carlitos ya se ha hecho mayor. El murciano ya no es un zagal (sustantivo que se utiliza en Murcia para referirse a un joven) y todos los rivales le tienen miedo, mucho miedo. Es tal el nivel de pánico que sus rivales cruzan los dedos antes de cada sorteo para poder evitar un cruce contra él. Y es que para enfrentarse a Alcaraz hay que ser muy valiente. Esta es otra razón que deja en muy buen lugar a Carlos.
Queda claro que Carlos Alcaraz está hecho de otra pasta. Y es que, cuando está en forma, necesita muy poco para imponerse a sus rivales. Buena prueba de ello fue el primer torneo que jugó en 2023. En Buenos Aires dominó con puño de hierro los partidos y en la final se impuso con claridad a Cameron Norrie, un rival que en las últimas fechas ha jugado en repetidas ocasiones contra el de El Palmar.
Ese fue su primer triunfo del 2023. El público argentino quedó encandilado con el tenis de Alcaraz y el murciano viajó a Brasil con toda la ilusión del mundo. En Río firmó otro gran torneo y en la final se volvió a reencontrar con Norrie. El británico aprendió la lección, se la devolvió, le llevó hasta el límite y acabó con el murciano lesionado.
Y ese ha sido el punto débil de Alcaraz en este 2023: las dichosas lesiones. Y esto se puede explicar viendo el estilo de juego que tiene el español. Tiene un tenis muy explosivo y si tiene que forzar su físico lo va a hacer sin ningún problema. Pero si no quiere convivir con este tipo de contratiempos toda su carrera... tendrá que intentar rebajar su explosividad.
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Los 37 días en los que Alcaraz cambió la historia: de la mayor decepción a una hazaña inolvidable
Después de la gira sudamericana, Alcaraz tocó la gloria en Indian Wells, el considerado en el argot tenístico como el quinto Grand Slam de la temporada por el gran nivel de tenis que se vive en el Valle de Coachella. Allí se deshizo con mucha facilidad del ruso Daniil Medvedev, sumó su tercer título de Masters 1000 y regresó al número uno.
Ganar en California le hizo especial ilusión a Alcaraz. Algo lógico. Triunfar en Indian Wells es algo que no se consigue todos los días. A ese título le siguió una buena actuación en Miami en la que no pudo defender el título de campeón y luego llegaría una gira de tierra batida con luces y sombras. Triunfó en suelo español (Madrid y Barcelona), pero en Roma y París no le fue tan bien como hubiera deseado.
Una adaptación perfecta a la hierba
Pero, sin ningún tipo de dudas, el paso de Carlos Alcaraz por la hierba fue lo que le sirvió para encumbrarse como ese tenista capaz de todo. Y es que ser un jugador solvente en la superficie verde da muchos puntos.
El murciano arrasó en Queen's, el ATP 500 previo a Wimbledon, el torneo que todo tenista quiere ganar, el Grand Slam de la elegancia. El español demostró una adaptación perfecta a la hierba y elevó las expectativas antes de jugar en la 'Catedral' del tenis.
Su llegada al distrito SW19 de la capital inglesa causó furor. Los aficionados británicos confiaban mucho en las capacidades de Alcaraz y las quinielas le situaron como uno de los grandes favoritos a alzarse con el título.
Su paso por el Grand Slam británico fue simplemente histórico. Superó sin grandes problemas las rondas previas y en la final se citó con Novak Djokovic, todo un experto en hierba y que aspiraba a coronarse con su octavo título en Londres. Y aquí fue donde se vio al mejor Alcaraz, un Alcaraz valiente y con ganas de comerse el mundo.
El partido entre estos dos miuras del tenis fue épico. La final se alargó hasta cerca de las cinco horas, se fue a cinco agónicos sets, el murciano le compitió de tú a tú a Djokovic y consiguió su gran sueño: ser campeón en Wimbledon, algo que no se logra todos los días.
La presión: su asignatura pendiente
Ahora bien, no todo ha sido un camino plagado de éxitos. En este 2023, Carlos Alcaraz también ha experimentado su falta de madurez a la hora de lidiar con la presión en algunos torneos importantes, como por ejemplo las semifinales del US Open, donde perdió frente a Medvedev («No soy lo suficientemente maduro para manejar este tipo de partidos», llegó a afirmar el murciano). Y eso le pasó factura en la recta final del curso.
Esa es, sin duda, junto con la gestión de su físico, una de las grandes asignaturas pendientes para este 2024 que está cerca de comenzar. Si consigue lidiar con la presión y adaptar su tenis, Alcaraz será un jugador todavía más grande. Aun así, la temporada del murciano ha sido tan buena que no se le pueden poner demasiadas pegas. Se suele decir que lo mejor está por llegar. Y a eso se aferra Carlos Alcaraz para esta próximo curso.