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Carlos Alcaraz venció a Jannik Sinner y se clasificó para la final de Roland GarrosAFP

Carlos Alcaraz emula a Rafa Nadal con una remontada brillante y pasa a la final de Roland Garros

El murciano supo sufrir ante un grandioso Jannik Sinner, levantó un partido que se le había puesto muy cuesta arriba y demostró por qué es uno de los mejores tenistas del planeta

Hace un año, la tremenda presión sufrida y los calambres le dejaron fuera de la final de Roland Garros. Se fue hundido al vestuario y no quería saber nada. Fue una de las derrotas más duras de su corta carrera. Sin embargo, el tenis ha sido justo con Carlos Alcaraz y lo que el año pasado eran lágrimas de tristeza, este año son de alegría. Ya lo puede decir bien alto. Va a disputar una nueva final de Grand Slam en el escenario en el que su ídolo ganó 14 veces. No hay mayor privilegio que ese. El murciano supo sufrir ante un grandioso Jannik Sinner, levantó un partido que se le puso muy cuesta arriba y demostró por qué es uno de los mejores tenistas del planeta (2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3, en 4h y 9 minutos)

Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se habían enfrentado ocho veces y el cara a cara no podía estar más igualado (4-4). La del español y la del italiano es, sin duda, la mejor rivalidad que se puede ver en la actualidad en el mundo del tenis. La Philippe Chatrier de Roland Garros, llena hasta la bandera, tenía ganas de ver otro duelo más entre estos dos fueras de serie. Salió el sol en París. El termómetro marcaba 22 grados, la temperatura perfecta para jugar al tenis. Olía a partido grande.

Hace poco más de dos semanas, nadie se hubiera imaginado ver una semifinal de Roland Garros entre Alcaraz y Sinner. Ambos llegaron a París con dudas físicas y no sabían hasta dónde iban a ser capaces de llegar. Pero con el paso de los partidos, esas incógnitas se fueron disipando y llegaron a la semifinal del torneo, una ronda en la que ya no se puede especular. Hay que salir con el cuchillo entre los dientes.

En el primer juego del partido ya se vieron las intenciones tanto de Alcaraz como de Sinner. Iba a ser un duelo de alta intensidad. Y el encargado de golpear primero fue el tenista de San Cándido. Break para empezar y mazazo para Carlitos. Lo bueno es que todavía quedaba mucha tela que cortar, pero el italiano salió mejor al encuentro. En tan solo nueve minutos, el jugador tirolés, que estaba sintiendo la bola de maravilla, ya ganaba 2-0.

Acostumbrado a dominar desde el inicio, Alcaraz empezó más fallón. Se le vio nervioso, no estaba cómodo en pista y a eso había que añadirle que Sinner estaba limpiando todas las líneas. Menudo nivel el suyo. El italiano estaba inabordable, empezó como un misil y le volvió a romper el saque al murciano. 3-0 de entrada.

Jannik Sinner golpea de derecha contra Carlos AlcarazAFP

Con 4-0 y 30-15 en el marcador, se empezaron a oír los gritos de «¡Carlos, Carlos!». El de El Palmar se rebeló y consiguió poner el primer juego en su casillero particular. Sensación de alivio por su parte. No se esperaba empezar de una forma tan dubitativa. Alcaraz tenía que buscar variaciones en su juego y ajustar mejor sus golpes porque estaba siendo muy previsible. Y cuando eso pasa, Sinner se mueve como pez en el agua.

La bola se volvió algo más pesada con el paso de los juegos y esa situación permitió a Carlitos inquietar un pelín más a Sinner al resto. Todo era cuestión de actitud. El murciano reaccionó y recuperó el primero de los breaks que había perdido. Esa superioridad de Sinner era un pelín irreal. El de este viernes era un duelo de largo recorrido. No pasaba nada por empezar con más tensión de lo habitual. Sin embargo, el murciano no pudo consolidar la rotura conseguida en el juego anterior y Sinner se puso 5-2 arriba. El primer set estaba visto para sentencia y el de San Cándido lo cerró con un contundente 6-2.

Segundo set

Sinner estaba siendo superior a Alcaraz. El italiano estaba jugando como los ángeles y confirmó ese buen momento colocándose otra vez con 0-2 a su favor. En ese instante, las cosas se le habían puesto muy difíciles al español y parecía que Sinner iba a ponerse dos sets arriba, pero no.

Apoyado por Juan Carlos Ferrero, Carlos Alcaraz apretó el botón de reset y las tornas cambiaron por completo. El murciano volteó esa situación adversa, se puso 2-2 y a partir del cuarto juego del segundo parcial, el murciano pisó el acelerador y no frenó hasta que el marcador reflejaba un 5-2 a favor de Alcaraz.

Carlos Alcaraz celebra el segundo set ante SinnerEFE

Lo que son las cosas. En tan solo siete juegos, el murciano se vino arriba y consiguió decantar el segundo set a su favor. Jannik Sinner ganó su saque para intentar maquillar un poco el resultado (5-3), pero el set era de Alcaraz. El jugador murciano lo celebró con su ¡vamos! característico. Respiraba Carlitos.

Tercer set

Alcaraz y Sinner estaban regalando un bonito espectáculo a los espectadores presentes en la Chatrier. A los dos se les veía muy concentrados y tal y como estaba el encuentro no había tiempo que perder. Tenían muy claro que, tras una hora y 41 minutos, el partido estaba en su punto álgido y que cualquier despiste podía ser demoledor.

Esa bajada de ritmo llegó en el tercer juego del tercer set. Alcaraz amenazó desde el primer punto a Sinner porque tenía muy claro que estaba ante una buena oportunidad para abrir hueco. Dicho y hecho. Passing shot ganador de Alcaraz con ventaja al resto, miradita a su banquillo y puño al cielo. Al murciano se le veía mucho más tranquilo en pista y sus golpes estaban empezando a fluir. Esto ya era otra cosa.

Carlos Alcaraz reflexiona en el tercer setEFE

Sin embargo, esa alegría le duró poco a Carlos Alcaraz. No fue capaz de afianzar la rotura y Jannik Sinner se la devolvió. El partido entró en un tramo algo extraño. A Alcaraz se le torció el gesto y a Sinner no se le veía del todo cómodo. Algo estaba pasando que nadie sabía. Sensaciones extrañas. El italiano parecía algo acalambrado y el español no estaba con su sonrisa habitual.

Daba la impresión de que las molestias en el antebrazo le estaban volviendo a perturbar a Alcaraz. El murciano no sacaba del mismo modo y no golpeaba de derecha como sí lo hacía en el segundo set. Sinner fue consciente de ello e intentó poner en apuros al español. El italiano le rompió el saque y se colocó 4-2 en el marcador. En los sets impares Sinner estaba siendo mejor. El bajón de Alcaraz era más que evidente. El murciano estaba sacando a una media de 170 km/h cuando normalmente lo hace a 210. Aun así, cada vez que podía, Alcaraz sacaba el puño para intentar tranquilizar a su banquillo. Pero el tercer set era de Sinner. 6-3 para el tenista italiano.

Cuarto set

Con dos sets a uno a favor de Jannik Sinner, el partido entró en un tramo decisivo. El italiano estaba a solo unos juegos de ganar el partido y Alcaraz sabía que si quería llevar el duelo a la quinta manga necesitaba dejar atrás esos pensamientos negativos que le habían perjudicado en el tercer set. La actitud del español era inmaculada, ya que tenía muy claro que no se iba a alterar lo más mínimo.

El lenguaje corporal del número tres del mundo cambió. El partido se le había puesto un pelín cuesta arriba y tenía más o menos claro cuál era el plan a seguir. La velocidad en sus primeros saques subió exponencialmente y, tirando de garra, se volvió a enganchar a la semifinal. La cosa es que, cada vez que podía, Sinner estaba quemando la bola con su derecha. ¿Qué podía hacer Alcaraz para contrarrestar esos zurriagazos? Tirarle hacia atrás con bolas profundas para que el italiano golpeara de forma incómoda.

El cuarto parcial estaba siendo súper igualado. Carlos Alcaraz sacaba adelante sus turnos de saque y Sinner hacía lo mismo. Se iba a decidir por detalles. Y para hacer daño al jugador tirolés, Alcaraz intentó golpear con un poco más de kick y así conseguir un efecto endiablado. Entre medias, Alcaraz se sacó de la manga un golpe al más puro estilo Rafa Nadal, una nadalada en toda regla, que dirían los expertos. Passing shot cinco metros por detrás de la línea de fondo, dedo índice a la oreja y grito ensordecedor. 4-3 para el español.

Alcaraz siguió mejorando. El murciano volvió a soltar su derecha y cada vez que ganaba un punto importante lo celebraba con su banquillo. Entre medias, hubo un pequeño parón por un susto de un aficionado que, afortunadamente, no fue a más. Ese juego acabó con 5-4 a favor del español y le pasó toda la responsabilidad a Sinner. El cuarto parcial podía caer de cualquier lado, estaba al rojo vivo. Alcaraz aprovechó la única fisura de Sinner en el parcial y llevó la semifinal a la quinta y definitiva manga.

Quinto set

Después de más de tres horas de partido, llegó el momento de la verdad. Los sets impares fueron para Sinner y los pares para Alcaraz. Quedaba el quinto. Lo que sí estaba claro es que el español y el italiano estaban regalando al espectador un partido titánico. Tenis en estado puro.

Alcaraz resolvió su turno de saque sin problemas. Llegó el turno de Sinner y el italiano no supo gestionar la presión. El jugador español se volvió a venir arriba y le rompió el saque para ponerse 2-0 y dejarle claro a su colega que si quería estar en la final del domingo se lo iba a tener que ganar.

Carlos Alcaraz saca el puño para celebrar un punto ante SinnerAFP

Los tiros de Alcaraz volvieron a fluir. El español, como dirían los jóvenes, estaba en su prime. Estuvo muy rápido de piernas y le estaba demostrando a Sinner que no se había ido. Simplemente, se había ido tomado un set para pensar cómo pegarle la estocada definitiva. Carlitos le metió un 3-0 de entrada al transalpino.

El partido dependía de Alcaraz. Sinner cumplió con sus saques y se mantenía el doble break de ventaja. Para frenar los arrebatos del italiano, el español tiraba de saques abiertos imposibles de devolver. Puso el 5-2 en el marcador. Estaba a tan solo un juego de disputar su primera final en Roland Garros. Sinner maquilló con el 5-3. Alcaraz volvió a hacerse fuerte con el saque y... juego, set y partido. Mágico (una vez más) el murciano. Remontada al más puro estilo Rafa Nadal.