Alcaraz cae en tierra hostil ante Humbert y vive una nueva noche de Halloween en París

Definitivamente el Masters 1000 de Paris-Bercy no es el torneo de Carlos Alcaraz. Hace 366 días (ha sido año bisiesto) el tenista murciano vivió en París una noche de Halloween ante Roman Safiullin que esta vez, en el mismo escenario, se ha repetido ante Ugo Humbert y ha caído por 6-1, 3-6 y 7-5 en un partido en el que fue de menos a más, pero donde el público francés inclinó la balanza en favor de su tenista.

Esas dos no son las únicas malas experiencias del joven español en Paris-Bercy. En la ciudad del amor, que es donde más partidos ha ganado esta temporada, Carlitos sufre en el último Masters 1000 de la temporada. Le cuesta la rápida superficie bajo techo del Accor Arena y esta vez se ha visto sorprendido ante un especialista en estas pistas y que ha contado con todo el apoyo de la ruido hinchada francesa. No la hay más imponente en el mundo del tenis y es la segunda vez que la sufre el murciano.

Se vio Carlitos sorprendido nada más empezar. Humbert aprovechó la caldera que montaron los aficionados franceses en la pista central del Masters 1000 de Paris-Bercy y fue llevado en volandas. Le salió todo de inicio al mejor tenista galo del ranking ATP. Servía como un cañonero y restaba como un auténtico especialista. Alcaraz no tenía por donde meterle mano y únicamente le quedaba ralentizar el partido y esperar a que pasara el chaparrón.

En el primer set no iba a ser. Cada bola que tocaba Humbert la convertía en oro y el pupilo de Juan Carlos Ferrero no era capaz de entrar en partido. El ritmo lo marcaba su rival y no tenía manera de imponer su juego. Le tocó sufrir el vendaval y ver como iban cayendo los juegos a favor del francés. Uno detrás de otro hasta el 5-0. Evitó el rosco, pero no el 6-1 en solo 26 minutos. Mucho debía cambiar la cosa si quería estar en los cuartos de final.

Aguantar el saque y esperar

Borrón y cuenta nueva en el segundo set y además Alcaraz empezaba al saque, cosa que siempre viene bien para ir mandando y trasladar la presión al rival. Cambió la historia y se empezó a ver a un Carlitos que ya jugaba un poco más a lo que quería. Cierto es que ayudó el francés, quien bajó el nivel y se empezó a convertir en una escopeta de feria. Su saque ya no era tan efectivo y en los peloteos de más de cinco golpes salía claramente derrotado.

Jugando así, parecía cuestión de tiempo la rotura de servicio. El murciano hacía fácil sus saques y al resto comenzaba a incomodar. Le iba arañando puntos hasta que llegó el sexto juego de la manga, donde no falló. Después de desaprovechar tres oportunidades en el cuarto juego, Alcaraz acertó a la primera en el siguiente y dio un golpe encima de la mesa para cambiar el rumbo del encuentro.

Recuperó Humbert la versión del primer set y Alcaraz ofreció la del segundo, por lo que todo se igualó. Es verdad que se estaba viendo ligeramente mejor al español, pero el francés se agarraba al servicio y la única oportunidad de quiebre que tuvo que afrontar la salvó con un gran saque que no le volvió. Avisaba el murciano, que se multiplicaba en la pista, pero no terminaba de dar el hachazo.

Así pasaban los juegos y cada vez Humbert se iba entonando más y más hasta el punto de que empezaba a estar cómodo sobre la pista. El público apretaba y cada segundo saque de Alcaraz era un caramelo para el galo. Apretó y apretó hasta que consiguió el break y el partido en el último juego antes de llegar al tie-break. Le salió bien la jugada al francés y Carlitos vuelve a hacer las maletas antes de tiempo en este torneo. No es su pista, como tampoco era la de Nadal, y le está tocando vivir noches de pesadillas.