Martín Landaluce, la perla del tenis español que aspira a acompañar a Alcaraz en una nueva generación dorada
El joven jugador, de 19 años, ha pasado la fase previa del Open de Australia y participará por primera vez en el cuadro final de un Grand Slam
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quizás a muchos ya les suene el nombre de Martín Landaluce. El joven español, nacido en 2006, conquistó el US Open junior en 2022 y desde entonces tuvo un gran foco puesto en él. Grandes marcas como Lotto o Red Bull se interesaron en sus servicios y el agente de Carlos Alcaraz, Albert Molina, se encargó de representarle por medio de la empresa IMG.
El tenista madrileño se convirtió junto a Alcaraz en la gran esperanza de los próximos 15 años en el tenis español, pero tanto 2023 como 2024 fueron años duros para él. Landaluce siempre mostró que tenía tenis de sobra para llegar a la élite y lo que le tocaba era aprender a lidiar con la presión y hacer su propio camino, sin querer aprender a correr antes que a andar, pues le llegaron varias invitaciones a los mejores torneos y él todavía no estaba preparado.
Nada más ganar el US Open junior le llegaron dos invitaciones de torneos españoles, un Challenger en Alicante y un ATP 250 en Gijón. El resultado fue el mismo en ambos escenarios: derrotas abultadas. 2023 fue parecido y tanto en el circuito Challenger como en ATP se llevó varios marcadores muy dolorosos, aunque en los Futures –torneos de menor categoría– empezó a despuntar.
Eso le fue dando confianza, aunque sus aventuras en los eventos ATP siguieron siendo un fiasco, hasta el punto de que, tras caer en Madrid por 6-2 y 6-1 ante un viejo rockero como Richard Gasquet, algunos cuestionaron si tenía madera de campeón. Eran unas dudas absurdas, porque a los 17 años su sitio estaba en eventos menores y no junto a las mejores raquetas del mundo, todavía debía picar mucha piedra.
2024, el año clave
La pasada temporada Martín Landaluce dio un paso adelante. El madrileño, con buen saque, golpes potentes y una gran capacidad para jugar tanto en pista rápida como en tierra batida, fue escalando posiciones en el ranking y pasó de jugar Futures a establecerse en el circuito Challenger (lo juegan tenistas del 400 al 70 del mundo aproximadamente) y a conseguir su primera victoria ATP, en el Masters 1000 de Miami que se disputa en el mes de marzo
No obstante, lo mejor del español llegó a final de temporada, cuando se convirtió en un asiduo de las rondas finales de los torneo Challenger y entró entre las 150 mejores raquetas del mundo. Un logro que le aseguró la presencia en la fase previa del Open de Australia, que la ha superado como quien no quiere la cosa para confirmarse como una estrella del futuro.
Era el salto que necesitaba dar para presentar su candidatura a hacer grandes cosas en este 2025. Junto a Joao Fonseca, Landaluce ha sido el gran atractivo de la fase previa en Melbourne y vuelve a haber mucha expectación en lo que pueda ser capaz. Es cierto que ha terminado esta fase previa con algunas molestias físicas por la carga de partidos, pero si recupera bien tiene una oportunidad de oro para ganar su primer partido en un cuadro final de Grand Slam.
El australiano James McCabe, invitado por la organización y 258 del mundo, será su rival en la primera ronda. Un partido asequible, aunque tendrá a todo el público en contra, y que le puede servir para demostrar que tiene mucho más que ofrecer en Melbourne y que esto es solo un aperitivo para lo que se viene.
Un nuevo referente en España
Ocurra lo que ocurra, es más que evidente que Landaluce ya está preparado para enfrentarse a la gira de primer nivel y que acompañará a Alcaraz en la tarea de llevar la bandera española por el mundo. Lógicamente es muy difícil que pueda llegar al nivel del murciano, pero su tenis está empezando a hacer ruido y lo normal sería verlo pronto en los puestos de arriba. Un segundo espada con el que soñar con todo en las competiciones por países.