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Carlos Alcaraz, en un momento del partido contra Novak Djokovic

Carlos Alcaraz, en un momento del partido contra Novak DjokovicAFP

Alcaraz y su cojera en la cara de Djokovic: «La medicación empezó a hacer efecto»

En uno de los descansos el murciano cojeó de forma ostensible. Muchos creen que lo hizo con un mensaje: no se creía las molestias del serbio cuando peor le iba

El duelo de cuartos de final del Open de Australia entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic ha dejado una imagen de lo más controvertida. En uno de los descansos, el tenista español ha cojeado de forma ostensible en lo que muchos consideran una ironía 8cuando no una burla) sobre las molestias del serbio.

Todo ha comenzado cuando Novak Djokovic ha solicitado atención médica para atender su muslo izquierdo justo cuando peor lo estaba pasando en el partido.

Muchos en el mundo del tenis, empezando por el extenista John McEnroe, no daban credibilidad a esas molestias, tal y como ha manifestado durante la narración del partido: «No es la primera vez que vemos esta rutina. No se dejen engañar». La pausa médica se ha producido cuando iba 4-4 el primer set, el único que ha conseguido Alcaraz.

El partido finalmente ha terminado con victoria del serbio por 4-6, 6-4, 6-3 y 6-4. Ambos jugadores se han dado la mano pero ahí queda la imagen, a la espera de que Carlos Alcaraz explique si de verdad estaba dolorido o si estaba poniendo en duda las molestias de sus adversarios.

No obstante, cabe recordar que ambos tenistas han jugado el partido con vendajes muy similares y a una altura casi idéntica. Carlo Alcaraz lo llevaba en la pierna izquierda mientras Djokovic en la derecha.

Djokovic estira en un momento del partido

Djokovic estira en un momento del partidoAFP

«La medicación empezó a hacer efecto (...). No voy a rebelar mucho porque sigo en el torneo», ha dicho Djokovic preguntado tras el partido sobre por esas molestias, añadiendo que de haber perdido el segundo set habría tenido muy difícil ganar al murciano. También ha dicho que una «pequeña lesión» le puede «ayudar» para ser más agresivo en la pista y que ahora tiene varios días para descansar antes del próximo partido (el de semifinales).

Sea como sea, Djokovic alcanza su semifinal número 50 en un Grand Slam, la duodécima en Melbourne. Allí le espera el alemán Alexander Zverev.

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