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Carlos Alcaraz celebra un punto durante la final del Masters 1000 de Montecarlo

Carlos Alcaraz celebra un punto durante la final del Masters 1000 de MontecarloAFP

Alcaraz pasa del sufrimiento al paseo y conquista el Masters 1000 de Montecarlo

Llegó la gira de tierra batida y volvió a aparecer la sonrisa de Carlos Alcaraz. Hubo sufrimiento en el primer set, pero después fue un paseo por la lesión de Lorenzo Musetti. Empezó el italiano con fuerza y sorprendiendo al español, pero hasta que le duró la gasolina en el tanque. Aparecieron los calambres y ahí se acabó la historia y el partido pasó del 3-6 de la primera manga al 6-1 6-0 que le metió Carlitos en los siguientes parciales para coronarse en el Masters 1000 de Montecarlo.

Honró a Musetti no retirarse y dar la mano al tenista español cuando firmara el punto de partido. Es cierto también que era la primera final de Masters 1000 para el italiano, que contó con el apoyo del público en todo momento, y no era plan marcharse antes de tiempo. Se quedó algo fría la grada por la manera en la que se resolvió el encuentro. Fue un primer set vibrante, con un tenis excelso del transalpino y un Alcaraz algo fallón, pero después no hubo partido.

Se cayó físicamente el tenista italiano y se dejó de ver tenis. Le valía a Alcaraz con poner la pelota en juego porque Musetti directamente no llegaba. Los nervios de verse cerca de su primer gran título, el cansancio acumulado de toda la semana y tener al otro lado de la red a todo un campeón como el murciano le pasó factura. No es algo que solo le haya pasado a él, de hecho ya le sucedió a Carlitos en Roland Garros frente a Djokovic. De los errores se aprende, aquella vez le tocó perder por los nervios y este domingo le ha tocado reír y sumar un nuevo título.

Del partido se puede contar poco, más allá de lo que pasó en el primer set, porque todo quedó descafeinado. Musetti simplemente no pudo por los calambres y se vio claro que no había historia. El pescado estaba vendido y era simplemente esperar a que llegara el punto de partido para que añadiese a su palmarés su decimoctavo entorchado como profesional y sexto Masters 1000, una categoría donde no sonreía desde hacía 392 días, en Indian Wells 2024.

Una máquina de ganar

La esperanza de Musetti estaba en el cielo, en que lloviera y así poder parar y ganar algo de tiempo. En una final que estuvo marcada por las condiciones meteorológicas y que se tuvo que mover de las 15:00 a las 12:00 para evitar la lluvia, el italiano miraba con deseo a que cayera un chaparrón con el que poder recuperar algo físicamente. No fue así y Alcaraz aceleró con su derecha para cerrar cuanto antes.

Musetti llevaba 3 horas y 55 minutos más en pista y su cuerpo pedía un respiro, más aún viendo lo pesada que estaba la pista y lo complicado que era mover la pelota. Así pues, tras conseguir el primer break de la segunda manga, Alcaraz dio el golpe necesario y ya no dio opción a su rival, que supo desde ese instante que ya tenía el partido perdido. El español está mejor preparado físicamente y eso se ha notado.

Carlos Alcaraz, en la final del Masters 1000 de Montecarlo

Carlos Alcaraz, en la final del Masters 1000 de MontecarloAFP

Por tanto, en su vigesimotercera final, Carlitos se anota su decimoctavo título y se evidencia que es una máquina de ganar. Un tenista hecho de otra pasta que ahora busca una gira gloriosa de tierra batida. Su próximo objetivo será el Conde de Godó en busca de un doblete que lleva sin conseguirse desde que lo lograra Rafa Nadal en 2018. No hay tiempo que perder y Alcaraz viajará a la Ciudad Condal este mismo domingo y debutará el martes.

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