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Para el 74 % de los españoles que viven en localidades de menos de 10.000 habitantes el dinero en efectivo es esencial en su día a díaCW

Zonas rurales

La España vacía sigue pagando en efectivo

El dinero en efectivo es esencial en zonas rurales donde los bancos han cerrado oficinas y la edad de su población les aísla de las tarjetas de crédito

La sustitución del dinero en metálico por formas de pago digitales y electrónicas está llevando a la exclusión del sistema económico de los habitantes de las localidades más pequeñas. También fomenta la despoblación de las zonas rurales, de hecho, para el 74 % de los españoles que viven en localidades de menos de 10.000 habitantes, el dinero en efectivo es esencial en su día a día, del mismo modo que lo es para el 80 % de las personas de 65 años o más.

La pandemia nos puso en manos del pago sin contacto porque era la recomendación. No tocarse, no acercarse. El virus podía estar en las monedas y en los billetes y pasarlos de mano en mano también era peligroso. 

Entonces el uso de tarjetas de crédito y de teléfonos móviles para pagar las compras creció exponencialmente. Todo se pagaba sin monedas. El problema no era llenar la despensa, el problema era (y sigue siendo) las pequeñas compras de menos de cinco euros o de céntimos que se hacen con tarjeta. 

Pagar con tarjeta pone en problemas a la economía sumergida. Todo lo que pasa por los ojos de Hacienda debe ser declarado. Los comercios están entre la espada de los bancos y sus comisiones y la pared de los compradores que no admiten pagar un mínimo para usar la tarjeta. Algunos negocios simplemente «podrían irse a la ruina» si declarasen por todo lo que ingresan confirman desde una asesoría de empresas que lidia cada mes con la difícil relación entre la administración y los autónomos. 

Pagar con tarjeta pone en problemas la economía sumergida. Todo lo que pasa por los ojos de Hacienda debe ser declarado

En las zonas rurales o despobladas el problema es aún mayor. La tecnología no ha llegado en todo su esplendor por la falta de una conexión decente a internet o bien por la edad de los habitantes. 

Del estudio Encuesta sobre la necesidad de permanencia del dinero efectivo realizado por la plataforma Denaria se afirma que el 90 % de los españoles que residen en áreas más despobladas respaldan la permanencia del efectivo. Además, el 41 % considera que las formas de pago digitales no son accesibles para la población rural. En definitiva, para el 76 % de los españoles, el efectivo es la forma de pago más accesible y democrática.

«El efectivo es un servicio fundamental para los ciudadanos, especialmente en las zonas de mayor despoblación donde las dificultades para el acceso al efectivo están ensanchando la brecha financiera y agravando la situación de la vulnerabilidad de muchos españoles, con especial impacto en la población mayor», recuerdan desde la Plataforma Denaria, quienes hacen un llamamiento a la búsqueda de soluciones que permitan «garantizar el acceso servicios básicos en las zonas rurales».

Cierre de oficinas

El cierre de oficinas bancarias está agravando esta situación, que afecta, sobre todo, a zonas rurales con población de avanzada edad. El análisis Infraestructura del efectivo y vulnerabilidad en el acceso al efectivo en España realizado por el Banco de España revela que en torno a 1,3 millones de ciudadanos (un 3 % de la población española) está actualmente en una situación de vulnerabilidad financiera, a raíz del cierre de sucursales bancarias, que ha reducido de manera notable el número de puntos de acceso al efectivo.

De hecho, desde 2008 el número de oficinas bancarias ha caído a casi la mitad y la cifra total de cajeros automáticos se ha reducido un 20 %. En concreto, a finales de 2020, el número de oficinas bancarias y cajeros automáticos en España era de 22.299 y 49.481, respectivamente. Esto se traduce en apenas 1,5 puntos de acceso al efectivo por cada 1.000 habitantes. En algunos casos los bancos han sido conscientes de los problemas que ocasionaban a determinadas zonas, incluso barrios de capitales, que han dejado operativo el cajero aunque la oficina tenga el cartel de Se Alquila.

Algo que ha afectado fundamentalmente en las zonas más despobladas, donde el 40 % de su población es mayor de 60 años y la renta disponible está por debajo de la media nacional. De hecho, debido a las dificultades que tienen las personas mayores para acceder al dinero en efectivo, el estudio Análisis del papel del dinero en efectivo en las áreas despobladas en España, realizado por la Universidad de Zaragoza, califica de consumidores vulnerables a las personas mayores que residen en las zonas más despobladas del país.