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El oro es un lugar posible donde poner parte de los ahorros en momentos de grandes crisis.

El dinero y la crisis

¿Merece la pena invertir en oro?

La caída de la Bolsa hace pensar en la posibilidad de destinarle al menos una parte del ahorro

Quienes apuestan por invertir en oro suelen destinarle en torno a un 5 % de su dinero. El perfil de estos ahorradores es medio, medio-alto, y en los últimos quince años están obteniendo una rentabilidad media del 9 % anual. Sus piezas las adquieren en la oficina o por Internet en empresas como Degussa: la onza de 31,10 gramos cuesta 1.800 euros; el lingote de 100 gramos vale 5.800 euros; el de 250 gramos, 14.500 euros. No es un dinero del que pueda desprenderse cualquiera. Cuando lo recuperan, obtienen una buena rentabilidad. Al vender sus piezas en oficinas como la de Degussa reciben el 9 % de media señalado. La apuesta por este tipo de inversión suele ser a largo plazo.

El oro cuenta a veces con la ventaja de tener menor volatilidad que la Bolsa (menos subidas y bajadas bruscas). También posee algunas ventajas fiscales: no paga IVA.

Su consideración de activo refugio en momentos de crisis como el actual ha hecho que aumente su inversión en el último año. En España, por ejemplo, la demanda total de los consumidores ha subido de 6,9 a 7,9 toneladas en el último año (en 2010 estaba en 11,6). En Suiza ha ascendido de 42,9 a 43,8 toneladas (en 2011 estaba en 96,8).

Como decíamos hace unos días en el artículo que puede leerse debajo, la inversión en oro suele representar una pequeña parte de la cartera de los ahorradores, pero en estos momentos puede tener sentido destinarle un porcentaje.

Para quienes deciden comprar por Internet, empresas como Degussa afirman que los envíos están asegurados: si por cualquier motivo la pieza no se recibe, se envía otra. También tiene importancia asegurarse de la calidad de las piezas; que cuenten con las certificaciones adecuadas. No todas las empresas que venden oro lo reciben directamente desde la fundición.