Conflicto bélico
Qué hacer con el dinero cuando hay pánico en la Bolsa
Las caídas en los mercados por la invasión de Ucrania invitan a los inversores a pensar en retirar su dinero y buscar un refugio seguro, pero los expertos advierten de que es lo peor que podrían hacer
Las Bolsas mundiales ya estaban pendientes de condicionantes como la posible subida de tipos de interés o los efectos sobre la economía de una inflación descontrolada. En medio de este panorama apareció la guerra, y el pánico ha cundido entre los inversores. ¿Qué hacer con el dinero? «Si una guerra no provoca una recesión, es mejor no llevar a cabo cambios fuertes en la inversión», señala Francisco Palomino, asesor de inversiones de Renta 4.
Palomino acumula veintitrés años asesorando a inversores. Contrasta con frecuencia su posición inversora con sus colegas de profesión. Ha recibido en los últimos días multitud de informes relacionados con el impacto de las guerras en los mercados financieros. La conclusión es la del párrafo anterior: aunque la Bolsa se derrumbe, no retire el dinero. «Por lo que hemos visto en conflictos anteriores, mantener la calma, en la medida de lo posible, suele ser lo mejor. Evita salir en los peores momentos, y como hemos visto en el pasado, los mercados acaban recuperándose. La mejor opción siempre ha sido mantener la inversión, o como mucho reducirla un poco para sentirnos más cómodos sin perdernos la recuperación. Conozco inversores que aprovechan momentos como este para entrar. No tiene sentido vender cuando el valor de las acciones cae. Es el momento de comprar si nuestro perfil de inversión nos lo permite», señala.
Para los que tienen acciones, la consigna es aguantar. En Renta 4 lo han visto aún más claro tras analizar la evolución del índice Standard & Poors durante los últimos cincuenta años: «La mayoría de las correcciones del mercado dura solo varios meses. El retroceso promedia 4 meses desde el mínimo con caídas promedio del 14 %. Desde 1960, en los últimos 50 años, este proceso se ha repetido en 19 ocasiones», indican.
La recuperación de las caídas del mercado es relativamente breve y, por lo general, revierte las pérdidas en unos 5 meses. «Para la corrección promedio del mercado, después de caer un 10 %, un año más tarde el mercado subió un 17 % desde el nivel al que entró en la corrección. Esto sugiere que las correcciones del mercado, a menudo derivadas de factores temporales, se desvanecen con relativa rapidez, y que el mercado es resistente a estas fuertes caídas. Es decir: recupera y tiene subidas adicionales de un 17 % de media».
Mantener la calma
Aunque una guerra es algo excepcional, los inversores pueden tomar como referencia lo que ha ocurrido con la pandemia. «Tras la caída propiciada por la covid, la Bolsa acabó muy bien en 2020 y en 2021», recuerda Palomino. No obstante entiende que otros asesores o bancos hayan reducido su porcentaje de inversión en renta variable (Bolsa) un poco. Algunos lo han hecho un 10 %, pero ellos no recomiendan movimientos bruscos de salida ni entrada.
Quienes abandonan su inversión en Bolsa, suelen dirigirla a los llamados activos refugio: renta fija de países (bonos) o materias primas (fundamentalmente oro o plata). «En este caso recomendamos invertir en fondos de renta fija de países con calificación triple A (Estados Unidos, Alemania) y a corto plazo, para que no les afecten las subidas de tipos de interés», indica Palomino.
En cuanto al oro, los inversores suelen recurrir a él cuando ven la situación muy complicada. Lo cierto es que la inversión en oro está subiendo. Recientemente estaba en 1.800 dólares la onza y ayer estaba en 1.918, una apreciación del 10-12 %. Empresas como Renta 4 facilitan la inversión en estos activos a través de ETFS de oro físico, que están directamente relacionados con el valor del oro. «El oro siempre ha supuesto una pequeña parte de la carteras, y ahora ha demostrado que también merece la pena como diversificación. No se trata tampoco de darle mucho peso porque no da dividendos, como sí dan las empresas», explica Palomino.
Por estos motivos ellos recomiendan fondos de inversión más diversificados o comprar acciones de empresas de calidad: «Que tengan visibilidad sobre beneficios futuros, posición dominante, y que puedan trasladar a los precios de los productos los mayores costes de producción y precios de la energía; que no tengan una deuda que pueda verse muy afectada por las subidas de tipos de interés; que tengan caja y puedan llegar a comprar otras empresas».
Criptomonedas
Las criptomonedas como Bitcoin es otra de las opciones que los inversores asustados pueden plantearse ante la caída de la Bolsa, o en otro momento. Las casas de inversión tradicionales no apuestan por las criptomonedas, pero sí por la tecnología blockchain que las soporta. «Con las criptodivisas vamos muy de la mano de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Todavía son muy especulativas. No podemos comprar porque no sabemos valorarlas. No podemos valorar Bitcoin o Ethereum como valoramos Amazon. En momentos de pánico, son las más especulativas, las de volatilidad más alta. Al dedicarnos a gestionar grandes patrimonios, no podemos especular. Recomendamos invertir en empresas que conocemos».