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Bruselas no va a permitir que se dejen de hacer inversiones con la excusa de la guerra o la inflaciónEFE

Mecanismo de Recuperación y Resiliencia

Sánchez ya no tendrá la excusa de la guerra para demorar las reformas pactadas

La CE ha ajustado su Mecanismo de Recuperación para que los estados puedan reestructurar sus inversiones

La reforma fiscal y la de las pensiones tienen un cerco cada vez más estrecho. Europa avanza con paso decidido hacia un nuevo cambio de paradigma y no quiere que la guerra en Ucrania o la inflación sean excusas para quedarse atrás y no seguir el ritmo.

Como es habitual desde hace años, desde Bruselas marcan el paso de la política y de la economía española cuando el socialismo hace aguas. En este caso, el Plan de Recuperación que ha puesto en marcha Europa y del que España ya se ha aprovechado con el ingreso de fondos, no puede parar bajo ningún concepto.

Pedro Sánchez utilizó en febrero la excusa de la guerra y la subida de precios para explicar la maltrecha economía española. Aquello no se sujetaba porque la crisis venía desde atrás y solo empeoró después del inicio de la guerra.

El Mecanismo de Recuperación y Resiliencia ha ajustado sus exigencias a factores como el PIB, pero no permitirá que se paralicen las reformas prometidas. En todo caso, accederá a que se dejen de hacer inversiones por causas de fuerza mayor como los suministros, mano de obra o inflación.

Impuestos medioambientales

La reforma fiscal que Sánchez prometió a Bruselas tendrá que llevarse a cabo, aunque Teresa Ribera quiere demorarla todo lo posible. Incluye una subida de impuestos medioambientales para financiar la transición ecológica y eso repercutiría en las pymes y en los ciudadanos.

El Paquete de Primavera que ha presentado Bruselas cita la reforma fiscal a la que se ha comprometido España y que supone llevar a cabo la polémica reforma de las pensiones. Un proceso que ya afronta su segunda ronda de conversaciones para llegar a unos mínimos que validen en Europa.

El año 2023 será el que devuelva a los españoles a las urnas. Lo harán mientras asisten al pulso que mantiene el Gobierno con Europa por la incapacidad para cumplir con la palabra dada. Aunque ya no tiene excusas.