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La economía sumergida en España supone el 25% del PIB

Pagos en 'B'

La economía sumergida y el dilema de la paz social en España

Acabar con el dinero negro se convierte en una solución en tiempos de crisis agobiantes

Una acertada pregunta dio origen a una más acertada todavía respuesta. El periodista de Economía de El Debate Jordi Benítez hacía la pregunta y la respuesta la dio el economista Leopoldo Abadía.

–¿Por qué, década tras década, España tiene tan anómala tasa de paro, que no se corresponde con lo que se ve en las calles?

–Desde hace años se habla de una economía sumergida de un 25 %, supongo que del PIB. Esto explicaría por qué, con una tasa de paro tan elevada, hay una paz social bastante «normal».

Por un lado, el olfato periodístico de quién no ve tanto paro en las calles como dicen las cifras, por el otro, un veterano de la ingeniería económica señalando sin dudas a la economía sumergida. Hasta le ponía cifras, un 25 % del PIB. España deja de ingresar 2700.000 millones por el fraude fiscal y el dinero negro.

Es decir, que, si España no saltaba por los aires en octubre de 2021, fecha de la entrevista, era porque el dinero negro circulaba, la gente podía ahorrar, pagarse la hipoteca o sus caprichos y vivir sin la soga al cuello.

Dinero negro

Ocho meses después de aquello, estamos en plena crisis energética y con una guerra en Ucrania que arrasa el mundo de costa a costa.

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, avisó en abril que «había mucho margen» para bajar impuestos en España. Se sumaba así a las medidas económicas de Feijóo que afearon en el Gobierno y que han acabado por aceptar con la rebaja del IVA de la luz.

Entonces Garamendi jugó la carta del dinero negro. «La economía sumergida es el 24 % cuando en el resto de Europa es el 13 %. Hay un gap enorme de gente que no paga en este país y los que pagamos, pagamos mucho más que los europeos. Ahí hay mucho margen fiscal», aseguró.

Hay un 'gap' enorme de gente que no paga en este país y los que pagamos, pagamos mucho más que los europeosAntonio Garamendi, presidente de la CEOE

Si quitamos de la ecuación la economía ilegal como el tráfico de armas, drogas o prostitución; nos queda la economía informal que es donde se produce la mayoría de ese 24 % al que se refiere Garamendi.

Por cierto, esa cifra no había calculado oficialmente por parte del estado hasta ahora. Eran otros organismos y centros de estudio como el IEE los que ponen el número. Que apunta, por ejemplo, a un 30 % del PIB la economía B de Extremadura y en un 27 % la de Andalucía.

Billetes de 500 euros

Los límites al pago en efectivo de la ley contra el fraude fiscal han puesto algo de límite al dinero negro. La cantidad se ha fijado en 1.000 euros y 2.500 entre particulares, a lo que se ha unido la eliminación de billetes de alto valor como son los de 500 euros porque con ellos se pagaba más y se guardaban mejor.

Los expertos hablan desde hace décadas de que cuanto menor es la carga de impuestos, más baja es la economía sumergida.

En España la construcción ha jugado un papel fundamental en el crecimiento del dinero negro. Entre 2004 y 2007, antes de la crisis de las hipotecas basura, se generó un aumento relevante.

La pandemia ayudó a reducir el dinero negro en circulación. Se fomentó el pago con tarjeta de crédito y muchos trabajadores de servicios exigían contratos de trabajo o pagos con factura para poder optar a ayudas.

Pero los ingresos del Estado siguen vampirizados. Los grandes defraudadores son los que deberían ser perseguidos, según apuntan los profesionales de Hacienda. Para el resto, el problema es cultural. Mientras veamos mejor pagar 50 euros por un arreglo menor casa que 60'50 euros con factura, la economía seguirá muy sumergida.