Argentina se asoma al desastre tras la dimisión de su ministro de Economía

Argentina sufre una grave falta de dólares que amenaza su economía. El país trata de responder a todos y cada uno de los desafíos con los que cuenta, para evitar caer por el abismo de una nueva crisis. Varios factores asedian. El principal es la ausencia de divisa estadounidense con la que hacer frente a sus obligaciones. Argentina necesita pagar la energía (sobre todo el gas) que importa en dólares, un precio que se ha duplicado por culpa de la guerra en Ucrania.

La moneda americana es un valor refugio para muchos ciudadanos acostumbrados a la depreciación del peso. La demanda de billetes verdes ha reducido las reservas de su Banco Central, lo que ha llevado al Gobierno de Alberto Fernández a limitar la circulación de la moneda extranjera para evitar tensiones en las importaciones.

Asume un ajuste fiscal fruto del acuerdo de refinanciación con el FMI

En paralelo, la economía argentina -la segunda mayor de Sudamérica- avanzan los plazos de cumplimiento de los compromisos acordados con el Fondo Monetario Internacional. Buenos Aires renovó en marzo una ruta de reducción de déficit y otras medidas monetarias con el organismo que dirige Christine Lagarde. A cambio Argentina podrá refinanciar la deuda que le ata al FMI por valor de 44.500 millones de dólares.

Sin embargo, el catálogo de compromisos ha tenido un enorme coste político para el Ejecutivo. El esfuerzo que demanda el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ha abierto una brecha dentro de la Casa Rosada. La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, no ha dejado de criticar el ajuste fiscal que demanda el compromiso alcanzado por el ministro de Economía, Martín Guzmán.

Un enfrentamiento que ha llevado a Guzmán a presentar su dimisión. “Por delante, será fundamental continuar fortaleciendo la consistencia macroeconómica, incluyendo a las políticas fiscal, monetaria, de financiamiento, cambiaria y energética, así como la coordinación vía políticas de precios e ingresos, para atacar la problemática inflacionaria que daña al funcionamiento de nuestra economía y lograr continuar recuperando el poder adquisitivo de los ingresos", ha afirmado en su carta de despedida a través de Twitter.

Guzmán se hizo cargo en diciembre de 2019 de los mandos de una economía argentina instalada en una profunda recesión. Dos años después, el economista de 39 años consiguió consolidar la recuperación del país. Durante la primera mitad del 2022, el PIB ha mantenido tasas de crecimiento positivas. No obstante, la falta de dólares y los límites a su acceso decretados por el Gobierno podrían llevarse por delante el avance de las finanzas. Los expertos alertan de que la coordinación del cepo a la divisa americana «debe ser quirúrgica para evitar que la actividad económica se pare», dice Leonardo Piazza en declaraciones a EFE.

Argentina cerrará 2022 con una inflación de hasta el 80 %

La restricción provocó un fuerte movimiento en los mercados que castigaron al peso hasta hacerlo caer a su mínimo histórico. La depreciación de la moneda argentina agudizó la enorme inflación instalada en el país. Las proyecciones apuntan a que cerrará el 2022 en una tasa de entre el 70 y el 80 %.

Ahora, Argentina aborda todos los incendios que demandan ser apagados sin ministro de Economía. Debe seguir respondiendo a sus obligaciones con los proveedores de energía, cumplir los compromisos acordados con el FMI y evitar volver a caer en una profunda recesión. Piazza confía en que organización permita incumplir parte del contrato pactado para evitar un cese de pagos con el organismo.