Nord Stream
ENI dice que Rusia está reduciendo un tercio el suministro de gas a Italia
El Kremlin ha rechazado cualquier insinuación sobre el uso por parte de Rusia del petróleo y el gas como un arma de presión política
Rusia está reduciendo en un tercio el suministro habitual de gas a Italia, aseguró la compañía italiana de hidrocarburos Eni, controlada al 30 % por el Estado, tras la suspensión por «mantenimiento» decretada hoy y hasta el próximo día 21 por el gasoducto ruso Nord Stream.
«Gazprom anunció que para hoy suministrará a Eni volúmenes de gas de alrededor de 21 millones de metros cúbicos/día, frente a una media de alrededor de 32 millones de metros cúbicos/día en los últimos días», indicó la sociedad en su web.
Nord Stream
Eni «proporcionará más información en caso de que se produzcan cambios nuevos y significativos en los flujos», añadió el gigante italiano en un breve comunicado.
La operada del gaseoducto, Nord Stream AG, anunció que la infraestructura tendida por el fondo del Mar Báltico, suspendió hoy y hasta el próximo día 21 el suministro de gas a Alemania por «mantenimiento».
El Kremlin ha rechazado cualquier insinuación sobre el uso por parte de Rusia del petróleo y el gas como un arma de presión política, en referencia a la parada del Nord Stream por problemas técnicos, pero la posibilidad de un corte total del suministro de gas ruso está generado cada vez mayor temor en Italia.
Ante esa eventualidad, el primer ministro, Mario Draghi, prepara distintas medidas que van desde decretar el racionamiento de las empresas energéticas a limitar el consumo tanto para la calefacción como para el alumbrado público, indican medios locales.
Asimismo se recurrirá a aumentar el uso de las centrales eléctricas de carbón que aún están en funcionamiento por parte del Gobierno, que por ahora ha previsto utilizar unos 30.000 millones de euros para hacer frente a la crisis, con ayudas a los hogares y a las empresas, según las mismas fuentes.
Calefacción
Entre las medidas concretas de ese plan de austeridad figuran una reducción de la temperatura de los aparatos de aire acondicionado y de la calefacción en las viviendas de dos grados (a 27 y 19 grados, respectivamente), así como del tiempo de encendido y un «toque de queda» por las noches para la iluminación, indica el diario Il Messaggero.
Además, añade el periódico, se exigirá a los ayuntamientos que reduzcan el alumbrado público hasta un 40 %, lo que significa encender una de cada dos farolas por la noche y, en casos extremos, las oficinas públicas podrían cerrar antes, a las 17.30 hora local (15.30 GMT) y los comercios a las 19.00 (17.00 GMT).
Antes de la guerra en Ucrania, Italia importaba el 90 % de sus suministros de gas anuales y el 40 % lo hacía de Rusia, pero desde la invasión rusa ha estado buscando proveedores alternativos y ha firmado acuerdos con países como Argelia, su segundo suministrador, con la República del Congo, Catar y Angola.