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Un trabajador chequea los paneles de control de una central nuclear española

Un trabajador chequea los paneles de control de una central nuclear españolaGTRES

Crisis energética

La crisis del gas ruso abre la puerta al regreso de la nuclear en España

La sequía y la falta de viento reducen la producción de las renovables. Solo la nuclear consigue evitar que las centrales de ciclo combinado disparen –aun más– el uso del gas y los recibos

A las puertas de la cumbre de ministros de Energía de la Unión Europea, España –junto al resto de países comunitarios– comienza a replantearse su estrategia energética ante un cierre total del suministro de gas ruso. El ministerio de Teresa Ribera comienza a valorar la posibilidad de retrasar parte de sus planes de transición ecológica.

La vicepresidenta tercera ha encargado a Red Eléctrica un informe sobre la idoneidad de resucitar la central de carbón gallega de As Pontes. El operador eléctrico presentará un documento que sentará las bases de la estrategia con la que Ribera acudirá a Bruselas el 26 de julio.

Otros países europeos más expuestos al gas del Kremlin, ya ha dado marcha atrás a sus planes energéticos. Uno de ellos, Alemania, podría anunciar durante los próximos días la prolongación de los tres reactores que continúan con vida en el país. Con esta decisión, el bloque de los socios 'antinucleares' pierde a su principal punta de lanza y deja solos a otros como Austria o la propia España. En contra, el grupo de miembros 'pronucleares' –liderado por Francia– gana un poderoso aliado.

«La energía nuclear es el futuro, es energía barata y local, con una 'cucharadita' de plutonio se puede alimentar a una pequeña población durante mucho tiempo», dijo Alberto Corbí, director del grado en Física de la UNIR. El experto defiende la vía francesa, que incluye la instalación de reactores pequeños y compactos a los pies de las capitales europeas, «es más rentable, más económico».

El apagón nuclear, previsto para 2035

El viraje de Berlín, podrían presionar a Madrid. El Gobierno tiene previsto el apagón nuclear en 2035. El calendario incluye un cierre escalonado de los siete reactores con los que cuenta España. Lo mismo ocurre con las cinco centrales de carbón que siguen activas a lo largo y ancho del país.

Además de la recién apagada en As Pontes, el sistema cuenta con dos en Asturias y otras dos en Galicia y Baleares. La mayoría de ellas tienen previsto dejar de quemar carbón este 2022, excepto la térmica de Mallorca cuyo cierre está programado para 2026.

Aunque el peso de la térmica en el 'mix' energético español es muy limitado, no lo es el que aporta la energía nuclear, sobre todo en periodos de olas de calor. Durante los últimos días, un 20 % de toda la energía eléctrica producida en España, lo ha hecho a través de los siete reactores con los que contamos.

La caída de la generación eólica e hidráulica –fruto de las extremas condiciones climáticas– ha elevado el protagonismo de la nuclear, que ha conseguido rebajar el uso de los ciclos combinados que, aun así, sigue disparado. Más de un 40 % de la electricidad generada para cubrir la demanda de este miércoles, ha procedido del gas, según los datos de Red Eléctrica Española (REE).

Desde el pasado 7 de julio –cuando la sequía comenzó a vaciar los embalses– la generación de la energía no renovable comenzó a dispararse. Este miércoles, un 69 % de la electricidad se produjo a través de energía no limpias, lo que llevó al mercado eléctrico a superar los 315 euros/MWh.

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