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De izquierda a derecha, Marc Murtra (Indra), Beatriz Corredor (Redeia) y Juan Manuel Serrano (Correos), tres de los directivos afines a Sánchez.

De izquierda a derecha, Marc Murtra (Indra), Beatriz Corredor (Redeia) y Juan Manuel Serrano (Correos), tres de los directivos afines a Sánchez.Carmina Martínez

Preparando el curso que viene

De Murtra (Indra) a Serrano (Correos): así se están moviendo los directivos de Sánchez

El presidente cuenta con piezas bien colocadas en compañías clave

Joseph Oughourlian (Prisa), Marc Murtra (Indra), Arturo Gonzalo Aizpiri (Enagás), Beatriz Corredor (Red Eléctrica de España), Belén Gualda (SEPI), Maurici Lucena (Aena), Juan Manuel Serrano (Correos)... El presidente Pedro Sánchez cuenta con un buen ramillete de directivos afines en compañías clave.

Quizá los casos más significativos por su importancia de cara al futuro del Gobierno son los de Oughourlian y Murtra. El primero, financiero con raíces armenias y libanesas, controla el Grupo Prisa (El País, Cadena SER...) a través del fondo Amber Capital y cuenta con el apoyo de dos viejos empresarios conocidos en el PSOE, Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación con Zapatero, y José Miguel Contreras, ex consejero delegado de La Sexta. Son consejeros presidenciales e influyen en la sociedad Global Alconaba, que compró en mayo el 7,1 % que Telefónica tenía en Prisa. Entre todos ayudarán al presidente Sánchez a construir el relato que pueda mantenerle en La Moncloa, o a hacer oposición si le llega al relevo.

A Oughourlian, sin embargo, no le basta con estar en Prisa. En junio compró un 4,1 % de Indra, la compañía que entre otras cuestiones controla el recuento electoral y en ese mismo mes vio salir cinco consejeros independientes. La inversión puede servir para que los socios de Amber recuperen al menos parte de las cuantiosas pérdidas que están teniendo en Prisa. La jugada cuadra perfectamente: Prisa apoya al Gobierno y su accionista principal recupera dinero perdido.

Además de control, Indra puede dar mucho dinero. El presupuesto en Defensa va a aumentar debido a la situación internacional, e Indra es clara candidata a recibir más. Para liderar ese proceso en principio estará Marc Murtra, un ingeniero industrial que ha ocupado cargos de confianza con el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y que fue nombrado en su cargo en mayo de 2021. Tendrá que acometer el nombramiento de nuevos consejeros después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) señalara que la empresa incumple el código de buen gobierno por no tener consejeros independientes. Precisamente el daño reputacional producido en la compañía por este hecho ha creado el rumor de que Murtra podría ser relevado.

La ayuda de la SEPI

Murtra o quien le releve contará con la ayuda de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que es la principal accionista de la compañía. Aporta dos consejeros (el ex ministro Miguel Sebastián y Antonio Cuevas), y podría añadir un tercero tras aumentar su participación al 28 %. La presidenta de la SEPI es Belén Gualda, una ingeniera de Caminos de Granada que antes presidió Navantia y que ha desarrollado gran parte de su carrera en el sector público empresarial. Entre sus grandes fiascos se encuentra haber repartido solo 3.000 de los 10.000 millones previstos para ayudar a empresas estratégicas a superar los efectos de la pandemia.

Aena, Enagás y Redeia (antes Red Eléctrica) son las tres grandes joyas entre las empresas públicas. El presidente de Aena, Maurici Lucena, ha tomado medidas como incrementar considerablemente el número de titulados y funcionarios desde que llegó al cargo a finales del año 2018. Al mismo tiempo su red de aeropuertos recibió al cierre de julio 27 millones de vuelos, el 92 % de 2019. Entre enero y junio Aena facturó 1.720 millones de euros, un 99 % más que en el mismo periodo de 2021, y volvió a los beneficios: 163,8 millones de euros en este periodo.

Enagás, por su parte, se ha convertido en una empresa más estratégica que nunca. Su presidente es Antonio Llardén, un ingeniero industrial de Barcelona muy del PSOE, muy amigo de Borrell y de Narcís Serra. Su posición no debía colmar el gusto del Gobierno, y le reforzaron con un nuevo consejero delegado que nombró la SEPI: Arturo Gonzalo Aizpiri. Gonzalo ha trabajado toda la vida en Repsol y en el sector público y se le considera muy cercano a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Ahora se enfrenta a un momento crítico, ya que Enagás es la empresa que gestiona los grandes gasoductos e infraestructuras de gas en España, en pleno conflicto con nuestros suministradores en estos momentos.

Se piensa que la llegada de Gonzalo a Enagás está en línea con el aterrizaje de Beatriz Corredor en Redeia (antigua Red Eléctrica de España) en sustitución de Jordi Sevilla, con quien Ribera parece que no se llevaba bien. Corredor es registradora de la propiedad, fue ministra de Vivienda con Zapatero y está afiliada al PSOE. Redeia siempre ha sido una empresa que ha ejecutado muy bien su función de responder a la demanda de electricidad. Prueba de ello es que en España ha habido muy pocos apagones (en Estados Unidos, por ejemplo, los hay con relativa frecuencia).

Correos cuenta con el último gran ejemplo de directivo afín a Sánchez. Su presidente, Juan Manuel Serrano, fue jefe de gabinete del líder del Gobierno. En la empresa no valoran bien su gestión. Según los sindicatos, Correos acumula más de 500 millones de euros en pérdidas desde que Serrano llegó a la compañía hace tres años. De momento no parece que a Sánchez le parezca suficiente para pensar en un cambio.

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