Déficit y deuda pública
Europa se abre a recalibrar las reglas fiscales por la crisis de inflación
Los ministros de Economía acuerdan recalibrar los compromisos de déficit y deuda, dormidos hasta finales de 2023
La Unión Europea estudia una reestructuración de las reglas de disciplina fiscal, dormidas desde el inicio de la pandemia. El avance de la crisis de la inflación y la incertidumbre en torno a la situación económica estallan en pleno debate y provocan que los países comunitarios se vean obligas a calibrar los compromisos de déficit y deuda, que deberían reactivarse a partir de finales de 2023.
Las normas demandan que los estados rebajen su déficit al 3 % y la deuda al 60 % antes de los dos próximos años. Sin embargo, el empeoramiento de las expectativas ha abierto una discusión sobre la posibilidad de adaptar las exigencias a «criterios más realistas». España cerró 2021 con un desajuste del 6,76 % y una deuda del 118,7%.
El FMI aconseja contener el gasto público
«Hay diferentes puntos de vista entre diferentes Estados miembros, pero lo que nos unió en esta discusión es que las reglas tienen que ser claras, aplicables y, cuanto menos, realistas. Cualquier cambio que hagamos, tenemos que encontrar lo que sea realista», ha dicho en rueda de prensa, tras la segunda jornada de un consejo informal centrado en la gobernanza económica, el ministro de Finanzas checo, Zbynek Stanjura, cuyo país preside este semestre la Unión Europea.
Hace unas semanas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aconsejó a los países poner fin al incremento de gasto público como medida de protección ante una más que posible recesión.
Crisis de la inflación
El FMI pide poner fin al incremento del gasto para luchar contra una inflación «devastadora»
Reglas flexibles según la situación de cada país
Gana enteros la postura que hace meses defendieron España y Países Bajos, que propusieron criterios a medida de la situación de los diferentes países. La medida ha calado en la Comisión Europea que considera que dadas las divergencias en los ratios de deuda, no puede haber una solución única para todos por lo que podría darse más margen a los Estados miembros para que diseñen sus sendas fiscales, pero deben ir acompañado de un control más estricto en caso de incumplir.
En este sentido, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, apostó esta semana por aplicar mayor flexibilidad, siempre y cuando los socios europeos se comprometan a aplicar reformas concretas.
La deuda media en la eurozona es del 95 %
Bruselas relanzó hace un año la reforma de los compromisos fiscales, que ahora gana velocidad, con el objetivo de que cuando vuelvan a aplicarse las reglas haya al menos un consenso sobre las mismas. El temor de muchos países es que, de introducirlas tal cual están, muchos Gobiernos se enfrentan a un expediente por superar con creces el umbral de deuda.
«La deuda no puede exceder el 60 % del PIB pero la media en la eurozona es el 95 %. Es muy difícil explicar a los ciudadanos la razón de estas reglas», ha insistido el ministro checo.