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Crisis de la inflación

El IPC cae al 9 %, pero la subyacente se estanca en su nivel récord

Los precios se moderan en septiembre, según el dato adelantado. Aun así, la subyacente -en el 6,2 %- anticipa una larga crisis de la inflación

La tormenta de precios sigue desbocada en septiembre según el índice adelantado por el INE. Estadística avanza que el mes podría acabar con un IPC al 9 %, una cifra muy inferior a la alcanzada el pasado mes de agosto (10,5 %). Los precios continúan -aun así- empujados por el precio de la energía. Europa se encuentra en un momento de shock en el mercado después del corte decretado por el presidente ruso, Vladimir Putin. Gazprom, el gigante energético del país decretó este miércoles el cierre del suministro de gas a través de Ucrania. Esto se suma a las fugas detectadas en Nord Stream 1 y 2, que han inhabilitado los envíos a través del Báltico y que están siendo fruto de una investigación a cargo de las autoridades danesas.

La caída de los carburante y el gas restan presión al IPC

A lo largo de septiembre, el ‘pool’ ha alcanzado picos récord, tanto al alza, como a la baja. El pasado día 10, la subasta alcanzó un precio medio de 300 euros/MWh, un importe al que se añadió la compensación a las gasistas fruto de la ‘excepción ibérica’. Tras la ruptura extraoficial del contrato con el Kremlin, está previsto que el precio del gas escale, trasladando presión sobre el mercado español (Mibgas), que este jueves amanece estable en los 92,30 euros/MWh, pero que ya anticipa futuros superiores a los 105 euros para el próximo mes de octubre. En contra, el precio del Brent continúa estabilizado. El petróleo de referencia en Europa continúa así con una moderación iniciada a inicios de verano.

La subyacente no consigue caer de su cota máxima

Punto y aparte merece la inflación subyacente, aquella que descuenta los elementos más volátiles. El indicador podría concluir septiembre en el 6,2 %, indicando una larga travesía por una crisis de la inflación que en octubre llevará al Banco Central Europeo (BCE) ha elevar de nuevo los tipos de interés. Su presidenta, Christine Lagarde, podría estar preparando un incremento del valor del euro de 75 puntos básicos, aunque dentro de su comité varios miembros están presionando para que la respuesta sea más agresiva.

La senda la marcó la Reserva Federal de Estados Unidos la pasada semana. Jerome Powell dejó la tasa de los fondos en el rango 3 % a 3,25 %, un nivel no visto desde 2008, el año en el que estalló la gran crisis financiera.

El dato publicado este jueves en España, añade más presión a la institución monetaria con sede en Frankfurt, dónde el debate es intenso. A los últimos acontecimientos ocurridos en el mar Báltico o Ucrania, se añade la inestabilidad del euro, el posible contagio de una libra en crisis, y el miedo a una inminente recesión en Europa. El pasado miércoles, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, advirtió de una importante desaceleración en el PIB comunitario que podría derivar en una contracción continuada de la economía.

España avanza hacia la recesión

Aquí en España, el propio Gobierno no descarta que esto suceda. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no descarta «pequeños desajustes» en el PIB español que provoquen dos trimestres de caídas consecutivas. Por su parte, BBVA ya trabaja en este escenario. Su presidente Carlos Torres ve probable que el PIB español caída por segundo trimestre consecutivo a inicio de 2023.

Se trata de una consecuencia de la lucha técnica contra la inflación. Varios organismos internacionales como la OCDE o el FMI han desaconsejado a los gobiernos aplicar medidas que aminoren el impacto de los precios en las familias no vulnerables. Esto -afirman- podría generar que la demanda no caiga lo suficiente como para equilibrarse a la baja oferta.