Lagarde no convence a los mercados: «Un BCE blando no puede garantizar un euro duro»

La presidenta del Banco Central Europeo confirma sus planes. Christine Lagarde subirá los tipos de interés en octubre para seguir atajando la inflación y la caída del euro, que este miércoles se precipitó tras el cierre total del suministro del gas ruso. «A medio plazo tenemos que hacer retroceder la inflación al 2 % y haremos lo que tenemos que hacer. Es decir, seguir subiendo los intereses en las próximas reuniones», dijo Lagarde en un acto en Frankfurt.

La estrategia de la responsable de la política monetaria europea busca dejar los tipos por encima del 2,5 % a final del año. Sin embargo, las medidas adoptadas y los anticipos anunciados no han conseguido apuntalar la posición de la moneda única, lo que ha multiplicado las dudas sobre el liderazgo de la francesa.

«La política se nutre de compromisos», afirma Xueming Song, estratega de divisas de DWS. Song señala a las grandes diferencias que han estallado dentro del comité de la institución monetaria. La discusión es constante. La inflación, el riesgo a una inminente recesión, la debilidad del euro, el empeoramiento del empleo y las subidas de las primas de riesgo de los países comunitarios, presentan un enorme reto para Lagarde. «Cuando se trata de objetivos contradictorios, habrá aún más concesiones en lugar de centrarse en un solo objetivo», vaticina Song.

Los mercados no reaccionan a las palabras de Lagarde

Lo cierto, es que los mercados no reaccionan ante las palabras de la presidenta del BCE. Las bolsas de todas las capitales europeas culminaron ayer con una sangría que amenaza con agudizarse. El Ibex 35 llegó a perder los 7.300 puntos en su enésima jornada maldita. Finalmente cerró en los 7.442.

Desde la gestora del Deutsche Bank reivindican la posición del Bundesbank. «El banco central germano siempre ha seguido una línea de estabilidad estricta para conseguir una economía fuerte», afirman desde DWS. Por el contrario, la empresa de capital inversión acusa al Banco Central Europeo de haber actuado de forma tibia. «Un BCE blando no puede garantizar un euro duro», añaden.

Punto y aparte merecen los constantes acontecimientos que añaden más presión a la economía europea. El corte del flujo de gas ruso a través de Nord Stream y Ucrania, sumó este miércoles un punto más de tensión a las costuras del viejo continente. El viernes, los ministros de Energía comunitarios se reúnen en Bruselas para pactar el próximo paso con el que responder al desafío ruso.