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La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa RiberaEFE

Crisis energética

Bruselas se desentiende del tope al gas y dejará el acuerdo en manos de los países

Los países comunitarios vuelven a sentarse este miércoles para avanzar en el plan de supervivencia energética. El límite al precio del gas, las compras conjuntas o MidCat, a debate en Praga

Los ministros de Energía europeos se vuelven a sentar este miércoles en una mesa, divididos y con todo por decidir. La cena celebrada anoche en Praga, destinada a romper el hielo, sirvió para anticipar los asuntos que esta mañana empezarán a ser debatidos por los Veintisiete. La disputa no es nueva. La intervención del precio del gas sigue distanciando a las dos Europas.

Quince países liderados por Francia, España, Italia o Grecia exigen una acción urgente sobre el coste de la energía como única vía para reducir el recibo de sus ciudadanos. Por el contrario, Alemania o Países Bajos, rechazan la irrupción de la UE en el mercado eléctrico, ante el miedo de que la medida termine por ahuyentar a los países productores. Desde el primer momento, la Comisión Europea ha descartado posicionarse. Bruselas ha dejado la cuestión en manos de los Estados miembros, que deberán alcanzar un acuerdo en una próxima cumbre oficial el próximo mes de noviembre.

Bruselas se centra en atraer a Argelia

Los de von der Leyen han optado por distanciarse del debate con la excusa de trazar alianzas con productores alternativos. Este martes terminó la reunión de dos días entre la comisaria Kadri Simson y el gobierno argelino. La idea del Ejecutivo comunitario es garantizar a los países del euro alternativas de suministro que les permitan diversificar sus fuentes de energía.

No será el único tema que demande un concilio. Alemania ha encendido un profundo malestar entre los socios europeos. Berlín anunció la pasada semana un 'megaprograma' de 200.000 millones de euros para rebajar la factura eléctrica. El plan de Olaf Scholz podría distorsionar la competencia en el mercado único europeo.

Su cuantía -comparable a todo el PIB de Portugal- podría ser contraproducente en un momento en el que las autoridades internacionales desaconsejan políticas expansivas.

Tiempo habrá para solucionar rencillas de menor peso. Las ministras de Energía española, Teresa Ribera y francesa, Agnès Pannier-Runacher contarán con la posibilidad de limar las asperezas levantadas por MidCat. Madrid y París se enzarzaron hace días en una discusión sobre cual de los dos países cuenta con un saldo exportador positivo respecto al otro.

Algo más de sustancia tiene otra de las medidas planteadas desde hace un año por varios de los países del euro. Las compras conjuntas de gas empezaron a ser reclamadas por Francia, España, Grecia y Rumanía en otoño de 2021. Desde entonces, los técnicos de Bruselas llevan trabajando en el desarrollo de su aplicación.

El mecanismo evitará la competencia entre Estados y ayudará a abaratar los precios, ofreciendo un incremento de las compras a un cliente (la UE) más fiable que mucho de los países que idearon la medida.

Las reservas de gas de la Unión Europea superan el 91 %

Por último, los ministros comunitarios actualizarán el estado de sus reservas energéticas. El Consejo de la Unión Europea fijó que el próximo 1 de noviembre, los depósitos de gas de todos los países deben estar -al menos- al 80 %.

Según los datos disponibles, tan solo tres países no han conseguido -a 9 de octubre- alcanzar el objetivo. Bulgaria (79,77 %) y Hungría (76,36 %) están muy cerca de cumplir el compromiso. Letonia (53,84 %) deberá hacer un sobreesfuerzo. Según los datos proporcionados por Aggregated Gas Storage Inventory, las reservas medias de la Unión Europea se encuentran en el 91,17 %.

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