Las consecuencias del adiós de Rusia al acuerdo de exportación de cereales: crisis alimentaria mundial y aumento de precios
En España el efecto será menor que en otros lugares, pero también se notará
Aunque en buena medida se esperaba, el reciente anuncio de Rusia de suspender el acuerdo de exportación de cereales ucranianos a través de los tres puertos del Mar Negro ha sido un buen jarro de agua fría. Previsiblemente tendrá consecuencias importantes para el suministro de alimentos a nivel global y para el incremento de precios.
Rusia ha interrumpido el acuerdo en represalia al «atentado terrorista perpetrado por el régimen de Kiev con la participación de especialistas británicos contra buques de la flota del Mar Negro y embarcaciones civiles implicadas en garantizar la seguridad del corredor de cereales», según afirmaba el Ministerio de Defensa en un comunicado.
La crisis alimentaria que provocará esta suspensión repercutirá especialmente en África, Oriente Medio y Asia: «Su dependencia del grano ucraniano para abastecer a su población es muy grande», explica Ignacio López, director de Relaciones internacionales de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja). Los efectos no serán tan graves en España: «Nuestra dependencia de Ucrania es alta. No habrá problemas con la alimentación humana, pero para la animal requerimos un suplemento. Producimos entre 14 y 16 toneladas y necesitamos entre 12 y 16 más. Nuestra dependencia de Ucrania es fuerte, y si no tenemos su grano, habrá que intentar obtenerlo de Estados Unidos, Argentina, Brasil bajando aranceles donde los haya, liberalizando nuestro mercado», añade.
Puede llegar más cereal desde Francia, que ha tenido una buena cosecha. En España ha sido mala por la sequía, pero el año que viene puede ser mejor: dependerá del clima. En cuanto a los abonos y fertilizantes, López estima que sería positiva una mayor flexibilidad por parte de la Unión Europea en la autorización de productos fitosanitarios de terceros países. El Parlamento Europeo ha planteado también por otra parte la creación de un stock de alimentos básicos para tener mayor seguridad en el abastecimiento.
Al margen de cómo vaya saliendo la estrategia, el resultado a corto-medio plazo será previsiblemente un aumento de precios de la alimentación. «Los precios de los productos subirán seguro», afirma sin dudarlo López. Otra cuestión es cuándo llegará esa subida: «Por lo general, el aumento de los precios de los cereales tarda unos dos meses en filtrarse a través de la cadena de suministro y repercutir en los consumidores a nivel minorista», señalaba a Reuters un analista ubicado en Sidney. Los precios mundiales del trigo alcanzaron un máximo histórico a principios de este año, y el maíz llegó a su máximo en diez años. El lunes los futuros del trigo ascendían más de un 5 % y el maíz más de un 2 % por el temor a los suministros, según Reuters.
Los costes de la energía son altos desde hace tiempo, los del abono y los fertilizantes también, los de los plásticos… Los notan los negocios agrícolas que han tenido que cerrar y también otro tipo de empresas: «El conflicto generado por la invasión de Ucrania por parte de Rusia está teniendo un gran impacto en las empresas de alimentación y bebidas», indican desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). «Por una parte se debe al gravísimo efecto que está teniendo el alza de los costes energéticos, inasumible para muchas compañías del sector. Por otra, por la situación de tensión que se vive en el conjunto de la cadena alimentaria como consecuencia de la guerra. Hay problemas con materias primas imprescindibles para la elaboración de determinados productos y para la alimentación animal, por lo que hay que garantizar su suministro», añaden.
El papel de Turquía
Ayer el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, expresó el compromiso de su país para mantener el acuerdo de exportación de grano desde Ucrania, pese a la salida de Rusia. Turquía participa junto a Ucrania, Rusia y Naciones Unidas en el acuerdo que desde el pasado verano ha permitido mover 9,5 millones de toneladas de grano y otros productos alimentarios.
El portavoz de la ONU en el Centro de coordinación conjunta del que forman parte también Ucrania, Rusia y Turquía afirmaba ayer a la Agencia EFE que «hay 16 buques que planifican transitar el corredor marítimo humanitario. Tres ya están en este corredor». Los barcos zarpan de los puertos ucranianos en dirección a Estambul, donde son inspeccionados. El tiempo dirá si es una buena solución.