Europa no somete a Rusia y las sanciones apenas dañan su economía

Casi diez meses después de la invasión de Rusia en Ucrania y de que gran parte del mundo diera la espalda a este país, los datos demuestran que el gigante que dirige Vladimir Putin sobrevive económicamente gracias a Europa, a la India y a Brasil, entre otros valores comerciales que han crecido estos últimos meses.

Lazos fuertes

Un estudio realizado por The New York Times demuestra que los lazos que dicen haber roto muchos países con Rusia no han paralizado su economía y apenas han dañado al país. Sus vínculos comerciales gracias al petróleo, al gas y a las materias primas no son fáciles de romper.

Sus mayores importadores en 2020, antes de la guerra, eran China (4,3 billones de dólares), Alemania (2,3 billones de dólares) o Corea del Sur (648 millones de dólares).

Tras la invasión de Rusia, muchas de sus importaciones se han desplomado, pero han mejorado sus relaciones comerciales con China (25 %) o Turquía (113 %).

Dentro de Europa, Bélgica (-27 %) es el país que menos ha reducido su comercio con Rusia, Alemania (-51 %), España (-44 %) o Países Bajos (-52 %). Por su parte, Brasil solo ha recortado un 13 % su comercio y Estados Unidos sí que ha sido más consecuente con un 84 %.

Lo que se ha convertido en todo un reto y casi en una tarea imposible es vivir sin las materias primas de Rusia. El 75 % de las exportaciones antes de la guerra eran petróleo, gas, metales y minerales para impulsar automóviles, calentar casas y poner en marcha la industria.

Daño real

Oponerse a Rusia no ha servido de nada. El estudio demuestra que tras invadir Ucrania sus exportaciones han crecido con todos los países. Los únicos que pueden presumir de dañar de verdad a Rusia minimizando las importaciones de sus productos son Suecia (-86 %), Reino Unido (-81 %), Estados Unidos (-20 %) y Corea del Sur (-4 %).

Los países que han elevado la cantidad de productos que llegan desde el país invasor están encabezados por la India (430 %), Turquía (213 %), Brasil (166 %), China (98 %) y Japón (40 %). Europa no es capaz de cortar lazos con Rusia, Bélgica ha aumentado las importaciones un 130 %, España un 112 %, Alemania un 38 % y Países Bajos un 74 %.

El Observatorio de Complejidad Económica es la herramienta que proporciona los datos globales sobre compras y ventas a nivel mundial entre países para elaborar el estudio. Los primeros datos dejan un panorama poco esperanzador para aquellos países que presumen de sanciones porque la realidad es que Rusia sigue relacionándose con el mundo.

Recursos rusos

La frase de Sergey Aleksashenko, exviceministro de finanzas de Rusia y vicepresidente de su banco central se hace realidad diez meses después de comenzar la guerra, «Es muy difícil vivir sin los recursos rusos».

Los lazos de Europa con Rusia se van cortando, pero el temido invierno se hará largo en países como Alemania que dependían mucho del gas ruso y que ahora se ven obligados a firmar nuevas alianzas.

En diciembre Europa prohibirá las importaciones de petróleo y sus derivados desde Rusia y Reino Unido lo hará a finales de año.

Es muy difícil vivir sin los recursos rusosSergey AleksashenkoExviceministro de finanzas de Rusia

Los números de Gazprom son el mejor termómetro para ver cómo la economía rusia no se ha resentido demasiado por las sanciones impuestas. En la primera mitad del año, ya con la guerra en marcha, certificó ganancias récord, aunque los envíos a Europa cayeron, el alto precio del petróleo y del gas compensaron las pérdidas.

El FMI ya tuvo que retractarse y asegurar que la economía rusa se contraerá menos de lo que habían anticipado al 3,4 % en lugar de al 6 % de julio y al 8,5 % que esperaba en abril.

La reorganización del mercado del petróleo pasa porque Arabia Saudí, Irak o Angola dejen de vender a India y a China en favor de Rusia y pasen a hacer negocios con Europa.

El año 2023 será el que dicte definitivamente el nuevo rumbo de la economía mundial tras los intentos de desconexión de Rusia que, de momento, no sirven de mucho.