El Gobierno estrangulará los sueldos hasta 2050 con una subida del 30 % de la cotización

La reforma de las pensiones es un asunto que trae de cabeza al Gobierno de Pedro Sánchez y al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. A la incapacidad de tomar soluciones se le unen las presiones de la extrema izquierda y el nacionalismo, las exigencias de Europa para cobrar los fondos de ayuda y una sociedad que no se regenera y hace que la masa laboral decaiga y no pueda mantener el modelo de pensiones.

Subida de cotizaciones

La última huida hacia adelante es que las cotizaciones máximas de más de un millón de asalariados suban un 30 % más lo que pueda subir la inflación y que se así durante un periodo de 30 años, según apunta El País. Las prestaciones máximas también se elevarán, pero tendrán un desfase en el tiempo para aprovechar la jubilación del baby boom y recaudar más de este perfil de trabajadores una vez retirados.

A esto hay que añadir que la idea de los sindicatos y de Podemos es quitar el tope y que todas las pensiones coticen al 36 % algo a lo que se niega el ministro Escrivá. Ahora, el máximo que se puede cobrar es de 2.819 euros brutos al mes y la contribución máxima es de 49.672 euros. Es decir, todo lo que supere los 50.000 euros no suma a las arcas de la Seguridad Social.

Respecto a los trabajadores, el Gobierno busca subir la cotización máxima de los 49.600 euros hasta los 65.000 euros elevando todos los años el IPC además de un porcentaje del 0,88 % aproximadamente.

Desesperada

En las pensiones, esta subida de los 40.000 a los 52.000 euros se realizaría con un desfase para aprovechar y que el retiro del baby boom se haga cargo de la hucha de las pensiones cuando tenga más presión, una etapa que el Ministerio asegura que acabará en 2050.

Escrivá busca desesperadamente que el sistema de pensiones español se sostenga de alguna manera en el futuro cuando haya menos trabajadores en activo y muchos más jubilados.