El número 2 de Calviño da a entender que el Gobierno y la CNMC deben controlar los márgenes de las empresas

El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, número 2 de Nadia Calviño, ha señalado en un encuentro organizado por el Consejo General de Economistas que están trabajando con la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) para «que la competencia permita estabilizar los precios y evitar subidas de márgenes que son indeseables en este entorno. La competencia es el mejor antídoto para garantizar que los márgenes son compatibles con una rentabilidad razonable del capital de las empresas».

García Andrés expresa de este modo su visión: no cree que deba ser el mercado, la oferta y la demanda, la que marque los precios, sino que deben estar sometidos al control de la CNMC y el Gobierno.

El secretario de Estado, por otra parte, ha mostrado su satisfacción con la evolución de la economía española en los últimos cuatro años, a pesar de que es de las pocas de Europa que no ha recuperado su nivel prepandemia. Sobre la diferencia de previsión de crecimiento de nuestro PIB para este año entre el consenso de analistas (en torno a un 1 %) y el Gobierno (2,1 %), asegura que los datos económicos de los últimos meses apuntan a que «nuestra previsión no solo no ha perdido verosimilitud: la ha ganado». Estima que han establecido una política económica «muy moderna», distinta incluso a la de gobiernos de su mismo signo.

Ha señalado que en los últimos dieciocho meses su programa de reformas estructurales ha sido «muy ambicioso», y que «está muy avanzado», aunque no ha detallado en exceso a qué reformas estructurales se refería, más allá del conocido objetivo de avanzar en transformación digital y en la revolución verde. Sobre la reforma de las pensiones ha dicho que está «muy avanzada y pendiente del último empujón», a pesar de que ayer el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, sostuvo que se ha estancado.

En cuanto a los fondos europeos, dijo que «ya están llegando» y resaltó su «capilaridad», aunque los datos de ejecución son muy bajos y las pymes lamentan que no les llegan. No obstante incidió en que lo importante es que las ayudas «lleguen antes y con más claridad para que las empresas sepan cuándo y cuánto puede ayudarles la Administración».

Acerca de la inflación, sostiene que el índice general se está estabilizando y que la subyacente alcanzará su pico este trimestre y después empezará a bajar. Ha admitido que los precios de los alimentos, cuya ponderación en el IPC se rebajó ayer, eran los que disparaban la cifra.

Por otra parte ha añadido su objetivo de reducir déficit y deuda, aunque el montante total de esta última sube con regularidad y en su último dato ha marcado su máximo histórico. Por otra parte ha afirmado que se ha reducido la economía sumergida.