¿La inflación real es la que nos están contando? Algunos economistas lo dudan

La inflación subyacente, la que no incluye productos energéticos y alimentos no elaborados, nunca había sido mayor que la general en economías serias. Es uno de los hechos que llevan a economistas como Daniel Lacalle y Lorenzo Bernaldo de Quirós a pensar que hay algo raro en los últimos datos de IPC presentados en España. En ellos el índice general se quedaba en el 5,8 % y el subyacente escalaba al 7,5 %.

Los economistas inciden en que la rebaja del índice general se ha llevado a cabo de modo artificial. Medidas como el tope del gas producen desde hace unos meses una disminución de su precio que habrá que ir pagando en la factura. Estiman que de momento el Instituto Nacional de Estadística (INE) no se atreve a llevar a cabo este maquillaje en la subyacente, aunque el descenso de tres puntos en el peso de los alimentos anunciado en el IPC de enero ya puede ser un primer paso en esta línea.

Los cambios artificiales no son vistos por estos expertos como una medida eficaz para rebajar la inflación. Estiman que el efecto es peor: se produce una inflación represada que no se corresponde con la realidad. Es un camuflaje.

Lacalle y Quirós piensan, de acuerdo con el Nobel Friedman, que la única manera de reducir la inflación es quitar dinero del mercado. El Nobel alertaba de que cuando se inundaba un mercado de dinero se notaba en el nivel de precios a los 12-16 meses, y es lo que ha ocurrido en Europa. Tras la política hiperexpansiva de los años 2020 y 2021 en el continente, llegaron los precios disparados que sufrimos desde hace unos meses.

Quirós incide en que nunca se ha visto una inflación subyacente superior a la general sin que hubiera trampas de por medio. Por eso recalca que si el Banco Central Europeo no sigue con su política monetaria restrictiva (de tipos de interés altos) y el Gobierno continúa distorsionando los precios con medidas intervencionistas adicionales, iremos hacia la señalada inflación represada, camuflada. Señala que se ha hecho control de precios sobre elementos que no reflejan nuestra inflación estructural. Como consecuencia, la subyacente está pagando nuestra inflación real. Piensa que la inflación real no se va a reducir, y es probable que aumente en los próximos trimestres.

Frente a esta política, Quirós llama la atención sobre la política monetaria en Suiza, una economía abierta que no se ha excedido con la creación de dinero y que, como consecuencia, tiene una inflación moderada (en diciembre de 2022 era del 2,8 %).