Así conquistan el mundo las constructoras españolas

Los grupos constructores españoles han batido en 2022 un récord de contratación. El tirón exterior y el buen comportamiento de la obra pública en España han sido los causantes de esta buena noticia para el sector. La recuperación de la inversión en los mercados de referencia ha hecho que las adjudicaciones a ACS, Acciona, OHLA y Sacyr se disparen a los 50.000 millones de euros. Si le sumamos los datos provisionales de Ferrovial y FCC, la cifra se acerca a los 60.000 millones.

Los datos vuelven a hablar bien de las empresas españolas de infraestructuras, que son probablemente las mejores del mundo en su negocio. Hay un dato irrefutable, y es que ACS lleva más de diez años liderando el ranking mundial de las empresas de infraestructuras por contratación internacional que elabora la revista especializada Engineering News-Record (ENR). La compañía que preside Florentino Pérez factura fuera de España el 91 % de sus ingresos totales. Junto a ACS, el ranking acoge a cinco empresas españolas entre las cincuenta líderes de la contratación global de infraestructuras: Ferrovial (puesto 9), Sacyr (32), FCC (34) y OHLA (43).

La líder del mercado, ACS, cuenta con Estados Unidos y Australia como sus dos principales bastiones en estos momentos. En Estados Unidos tiene una cartera de proyectos de más de 35.000 millones de euros. En Australia desarrolla algunas de las infraestructuras de transporte público más grandes del país. Por otra parte encabeza el mercado de servicios mineros con grandes contratos como el de Kalimantan Central, en Indonesia, de unos 850 millones de dólares.

Acciona, por su parte, obtuvo el año pasado el mayor contrato de obra de su historia. El gobierno de Nueva Gales del Sur le encargó la segunda etapa del proyecto Western Harbour Tunnel. Este paso bajo la bahía de Sidney cuenta con un presupuesto de unos 2.800 millones de euros.

El año 2022 también ha sido muy importante para OHLA. El grupo antiguamente dirigido por Villar Mir y ahora por la familia Amodio ha rebasado en este ejercicio los 4.000 millones en adjudicaciones. Es un volumen que no alcanzaba desde el año 2014 y que le coloca en la vanguardia de las compañías españolas del sector. Entre los proyectos más atractivos de OHLA está la línea de metro de Maryland Purple Line (EE.UU.). Allí dispone de una cartera de negocio por valor de 900 millones de dólares. La compañía se caracteriza por desarrollar proyectos de tamaño medio: de unos 300 millones de euros.

Sacyr ha sumado 3.800 millones en contratos en 2022, de modo que acumula una cartera de 7.400 millones. Casi el 60 % de sus adjudicaciones son proyectos concesionales, la mayoría en Colombia y en Chile.

Por lo que se refiere a Ferrovial, ha comenzado esta década abriendo un nuevo mercado: el asiático. Ha empezado entrando en la India en el accionariado de IRB Infraestructuras Developers. Gestiona más de veinte proyectos en cerca de 2.000 kilómetros. Destaca Mumbai-Pane, una de las principales carreteras del país.

La compañía ha tenido mala suerte, pues ha desembarcado también en Turquía, país asolado por el reciente terremoto. Adquirió el 60 % de la empresa que gestiona el aeropuerto internacional de Dalaman atraído por su capacidad de gestionar más de 20 millones de pasajeros al año. Por otro lado Ferrovial se ha extendido definitivamente en Estados Unidos. Hace unos meses invirtió 9.500 millones de euros en la la New Terminal One del aeropuerto JFK de Nueva York. Su primera fase estará lista en el año 2026. La nueva terminal será la mayor del aeródromo.

Como se puede comprobar, aunque no hayan estado exentas de dificultades, en general el prestigio y el saber hacer de las empresas españolas de infraestructuras sigue extendiéndose por el mundo.