Numismática
Los billetes de mil pesetas que te pueden hacer ganar entre 15.000 y 30.000 euros
Una de las principales razones de la popularidad de este tipo de piezas se debe a que la numismática española es la segunda más coleccionada en el mundo
Aunque el plazo que propuso el Banco de España para cambiar pesetas a euros venció el pasado 2021, la entidad ha estimado que quedan todavía 266.051 millones de las antiguas pesetas sin cambiar. Debido a ello, es posible que aún puedas conservar alguna en tu casa y, si eres afortunado, llevarte una gran suma de dinero por el actual valor que presenta en el coleccionismo.
El año pasado, un gallego dio con una fortuna de 9 millones de pesetas (54.091,09 euros al cambio) dentro de botes de Nesquik. Gracias a ello pudo venderlas, pese a la caducidad del plazo del Banco de España, a un coleccionista de numismática. Aunque todos no corremos la misma suerte, es posible que tengamos en alguna parte de nuestro hogar monedas o billetes antiguos.
Por esta razón, en el caso de que nos encontremos con alguna de estas piezas, lo aconsejable es que no se arroje a la basura y que se consulte con un experto en numismática ya que, aprovechando el auge de esta tendencia, podríamos conseguir una buena cantidad de dinero con algunos viejos ejemplares.
En este caso, hablamos de piezas que en el mercado del coleccionismo y las subastas adquieren valor siempre y cuando posean algún tipo de particularidad o detalle. La principal razón de la popularidad de este tipo de piezas se debe a que la numismática española es la segunda más coleccionada en el mundo, sólo por detrás de algunas monedas antiguas estadounidenses.
Los dos billetes de 1.000 pesetas con gran valor
Los expertos de la Asociación Española de Numismáticos Profesionales (AENP), han seleccionado dos de estos billetes que residen un gran valor. El primero de ellos es el ejemplar de 1.000 pesetas de 1892 ya que, debido al bajo tiraje que tuvo, ha alcanzado el precio de 30.000 euros en una subasta, lo que lo convierte en una pieza exclusiva y de las más caras.
Los ejemplares raros son los que alcanzan un gran precio en las subastas. Los errores de acuñación, ya sea en monedas o en billetes, pueden generar gran interés y demanda de los expertos de numismática, aumentando así el valor de las piezas.
Con relación a ello, aparece el billete de 1.000 pesetas que se distribuyó en marzo de 1885, con la inscripción de 1886. Este error, junto a que en él aparece impreso el busto de Goya, ha hecho que lleguen a pagar por él entre 15.000 y 20.000 euros en una subasta, según han explicado desde la AENP.