La regularización de inmigrantes abre un nuevo frente entre Escrivá y Yolanda Díaz

El mismo día en que la Seguridad Social publicaba el dato de afiliación extranjera, el diario El País revelaba que el Ministerio que dirige José Luis Escrivá pretende rebajar los requisitos para permitir la entrada de estos trabajadores al mercado laboral. La idea del ministro es que los inmigrantes que lleven dos años en España en situación irregular puedan obtener sus papeles a cambio de realizar una formación reglada.

Se trata de una vuelta ante la falta de mano de obra en ciertos sectores. Ya el pasado año, Escrivá consiguió que se incluyera en la reforma del reglamento de extranjería la introducción del arraigo por formación, una autorización de residencia temporal por circunstancias excepcionales que se concede a aquellos extranjeros que hayan permanecido de forma continuada en el país durante dos años, supeditado a la presentación de una formación y un contrato de trabajo.

También incluyó la flexibilización del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura para adaptarse a la demanda de mano de obra, pero la inclusión de nuevas profesiones tenía que negociarse con el Ministerio de Yolanda Díaz, que ha bloqueado cualquier acuerdo.

Uno de los sectores que más tiempo lleva demandando mano de obra especializada es el de la construcción. Un estudio realizado por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), concluyó que, en 2022, un 65 % de las empresas encontraban extremadamente difícil conseguir un jefe de obra.

«Hace falta mano de obra 'clásica' –término con el que nos referimos a albañiles o encofradores–, pero también relacionada con las nuevas técnicas constructivas: personal que maneje BIM, realidad aumentada…» señala Pedro Fernández Alén, presidente de la CNC.

La patronal de la construcción calcula que hay empleo para medio millón más

Esta institución está fomentando cursos para incorporar a sectores más vulnerables de cara al desempleo, como mujeres, jóvenes, desempleados o inmigrantes para solucionar el problema de la mano de obra cualificada, pero no siempre es suficiente. De hecho, calculan que hay empleo para medio millón de personas a corto y medio plazo, y si se siguen proponiendo medidas con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia harán falta muchos más trabajadores. Pero no se cubren las plazas.

«Hay que tener en cuenta también de que en España hay casi tres millones de desempleados, y que tenemos inmigrantes irregulares a quien podríamos incorporar a procesos productivos faltos de personal. Si esto no fuera suficiente, sería oportuno valorar la idea de traer trabajadores de fuera», añade Fernández Alén.

Sindicatos y Trabajo, por su parte, llevan tiempo rechazando cualquier medida que no incluya la incorporación al mercado laboral de los trabajadores que se encuentran en paro actualmente. Dudan que sea tanto un problema de falta de trabajadores como de condiciones laborales y creen que esta decisión responde a las presiones de la patronal por tener empleados «que no estén sindicado, que trabajen doce horas y les paguen ocho», como comentan desde UGT. Precisamente la sindicación, y el miedo a perder poder, es lo que deslizan desde las patronales para justificar la negativa de los sindicatos.

En la última Encuesta Trimestral de Coste Laboral publicada por el INE, en el último trimestre del pasado año se registraron más de 140.517 vacantes, de los cuales 128.240 (el 91,3 %) pertenecían al sector servicios. De ese sector servicios, el 40 % pertenecían a la Administración Pública, Defensa y Seguridad Social.