Marie Claire busca inversores a contrarreloj para evitar su desaparición

La empresa textil Marie Claire está sumida en una situación límite. Tal como ha explicado en un comunicado su dirección, la mítica compañía de pantis y medias tiene la intención de presentar una solicitud para entrar en concurso de acreedores debido a su agónico contexto contable.

Asimismo, la firma ha asegurado que se encuentra inmersa en un proceso de búsqueda de nuevos inversores que le permita en el corto plazo reestructurar sus altos niveles de deuda. Esta sería la única tabla de salvación para que la sociedad pueda garantizar su actividad industrial a un ritmo normal.

De hecho, el momento que vive la empresa es tan delicado que los planes más inmediatos de sus responsables pasan por únicamente tener operativa una planta, la que tiene en la localidad castellonense de Vilafranca del Cid y que esta esté dedicada tan solo a la fabricación y distribución de medias medicinales. En la misma línea, los directivos de Marie Claire ya están en conversaciones con sus acreedores las condiciones en las que poder renegociar la deuda.

Como consecuencia, en próximas fechas presentará una propuesta de Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará a la mayoría de los empleados en el complejo de Castellón. Actualmente, en él trabajan 214 personas, de las que 130 ya están dentro de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), por lo que a pleno rendimiento quedan apenas 84 trabajadores.

Préstamos por 20 millones de euros

Los empleados ya son conocedores del inmediato futuro que les espera, ya que fue la propia cúpula directiva de la sociedad la que les informó tras mantener una reunión en la que se decidió llevar a cabo esta drástica medida. Según diversas informaciones, los trabajadores sabían que la empresa no pasa por su mejor momento financiero, aunque reconocen que el escenario al que ahora se enfrentan les ha cogido por sorpresa.

Por ello, Cándido Andrés, miembro del comité de empresa, afirma que ahora el objetivo es el de «constituir una mesa de negociación». A partir de ahí, tendrán «tres o cuatro reuniones para negociar todos los pagos».

Tanto Marie Claire en particular como el sector textil en general tienen una enorme importancia en la Comunidad Valenciana y, de forma muy particular, en la provincia de Castellón. Así, la Generalitat concedió dos préstamos por valor de veinte millones de euros entre ambos que fueron aparejados a la salida de la anterior directiva. Aún con todo, ni la inyección económica a cargo del Instituto Valenciano de Finanzas ni la entrada en el accionariado del grupo A2D Business Retail han servido para hacer frente a numerosos impagos y a un pasivo que se ha ido acumulando a largo de los años.

Si la empresa no logra resolver con éxito esta difícil coyuntura, la planta de Vilafranca del Cid correrá el mismo destino que la de Borriol, también en Castellón, y que se vio obligada a echar el cierre hace justamente un año ante el elevado coste del alquiler del edificio.

Las causas que han llevado a Marie Claire hasta llegar a esta tesitura son varias. Según señala la propia firma, las dificultades financieras han sido mayores que el «esfuerzo» para conseguir una «reducción y optimización de costes».

Igualmente, ha habido «factores externos» que han frustrado el proceso de relanzamiento de la marca que pretendía, basándose en un «riguroso plan de viabilidad», «reconectar» con su clientela y poderse acercar «a un público más joven».

Naturalmente, el que más impacto ha tenido ha sido la pandemia provocada por el covid-19. Tal como subraya la dirección de la empresa, el consumo de pantis ha sufrido una «reducción drástica» que prácticamente alcanza el 50 % de las cantidades que se vendían con anterioridad a la aparición del coronavirus.

A eso se una «una crisis logística y de materias primas que ha incrementado los costes de fabricación, agravados por el aumento en los costes energéticos». Por tanto, la propiedad insiste en que lo más óptimo para recuperar a largo plazo la actividad, poder negociar la deuda con sus acreedores y garantizar la viabilidad es que Marie Claire promueva un plan de reestructuración de personal en paralelo a conseguir la entrada de inversores en el accionariado de la compañía.

Lejos quedan los mejores tiempos para la firma, fundada en 1907 y, por ende, con 116 años de historia y siendo un referente en su ámbito. Si ahora solo tendrá una planta en Castellón fabricando medias medicinales, hubo un tiempo en que en sus instalaciones trabajaban más de mil personas que contribuyeron al desarrollo industrial del sector textil en la zona.