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El modelo híbrido es la solución de muchas empresas al teletrabajo

El modelo híbrido es la solución de muchas empresas al teletrabajo

Empleo

La mejor alternativa al teletrabajo que ya adoptan muchas empresas

Hay una opción entre desaparecer de las oficinas o fomentar el presentismo

El teletrabajo no es un invento de la pandemia. Hay muchas profesiones en las que se trabaja en remoto desde hace años. Profesionales que generan valor a sus empresas sin la necesidad de estar sentados en una silla ocho horas.

Nadie se hace rico intercambiando su tiempo por dinero. La inteligencia artificial ya avisa de que esos trabajos rutinarios tienen los días contados y los expertos explican que no podemos trabajar como hace 50 años cuando hace medio siglo no existía internet y ahora es nuestro medio de vida.

Presentismo

Informáticos que trabajan desde sus casas o desde la playa, periodistas que envían crónicas desde lugares en guerra o representantes de marcas que se pasan el día de un lado a otro vendiendo sus productos. El presentismo laboral es una enfermedad que afecta a esos jefes que prefieren ver a sus trabajadores en la oficina porque no se fían de que en cualquier otro sitio puedan rendir igual.

Elon Musk representa ese problema. Uno de los trabajadores que ha forjado su riqueza a base de horas y horas en la oficina que nunca ha entendido que sus empleados pudieran trabajar en remoto y que sigue pidiendo «al menos 40 horas a la semana en la oficina».

El teletrabajo durante la pandemia fue el mal menor de muchas empresas que se veían abocadas al cierre, pero que descubrieron que, desde sus domicilios, los trabajadores podías seguir produciendo riqueza y valor a la empresa.

Como en todo, después llegó el abuso y aquellos que desde casa se pasaban el día frente al ordenador y eran incapaces de desconectar y los que utilizaban la flexibilidad para reducir su productividad.

Los responsables temblaban cada vez que sus equipos se iban a casa y preferían que esas ocho horas se trabajasen delante de sus narices antes que en cualquier otro lugar. No se valoró la conciliación ni que el empleado abrasado por una anodina oficina pudiese encontrar en casa el estímulo necesario para trabajar más y mejor.

Vuelta a la oficina

Las tecnológicas han reescrito el guion del teletrabajo exigiendo la vuelta de sus empleados a las oficinas mientras se ven obligadas a despedir los excesos de los tiempos de bonanza. Todas menos Apple. Esa vuelta se hace dura porque el hombre es un ser de costumbres y hay a quien le gusta más trabajar desde casa que en la oficina.

Pero el factor humano es importante. La sociología avisa de que trabajar en casa nos aísla demasiado y que es bueno entablar relaciones personales y profesionales con compañeros para fomentar la creatividad y tener una vida social sana.

Google y Meta

Google también ha explicado a sus trabajadores que se acabó trabajar desde casa porque «no hay sustitutivo al hecho de reunirse en persona». Meta ha sido más drástica y ha acusado a sus empleados en remoto de baja productividad en comparación con los que van a la oficina.

Pero ambas empresas no han eliminado el teletrabajo. Han apostado por un modelo mixto de tres días en la oficina y dos en casa.

La tendencia es el modelo híbrido. Así lo dice el National Bureau of Economic Research de EE.UU. que afirma que un 10 % de ofertas publicadas en países como Australia, Reino Unido o Estados unidos contempla acudir a la oficina algunos días y teletrabajar el resto. Los jóvenes prefieren menos dinero y más flexibilidad laboral.

En España hay una ley que regula el teletrabajo desde 2021 siempre que se así se acuerde entre las partes y que ahonda en cómo se debe realizar, desconexión, materiales… La novedad llegará en los próximos meses con la modificación de la Ley del Estatuto del Trabajador que permitirá a los padres de menores de 12 años adaptar su jornada laboral al teletrabajo, si su empleo lo permite, en lugar de la antigua reducción de jornada.

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