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Pedro Sánchez y Nadia CalviñoEuropa Press

Economía  Pinchazo en el plan de rescate de apoyo hipotecario del Gobierno

El Ejecutivo central estimó en torno a un millón el número de personas que se beneficiarían de este plan, sin embargo, los bancos afirman que no superan los 12.000 beneficiarios

El pasado mes de noviembre el Gobierno y el sector bancario llegaron a un acuerdo en relación a las medidas que se adoptarían para aliviar la carga hipotecaria de miles de familias españolas.

El objetivo de este convenio se estableció para actuar en tres principales vías:

  • Mejorar el tratamiento de las familias vulnerables.
  • Abrir un nuevo marco de actuación temporal debido a la subida de tipos de interés.
  • Conversión de las hipotecas a tipo fijo.

A estas medidas podían acogerse los hogares con una renta inferior a 29.400 euros anuales e hipotecas suscritas hasta el 31 de diciembre de 2022 que tengan una carga hipotecaria superior al 30 % de su renta y que haya subido, al menos, un 20 %. Y también los deudores hipotecarios vulnerables con rentas inferiores a 25.200 euros.

Fracaso de las medidas

Pasados seis meses desde su implantación, el plan de rescate no ha cumplido con las expectativas esperadas. Los datos sacados a la luz por las distintas entidades bancarias han demostrado que los beneficiarios reales de este plan de rescate se han situado en torno a las 12.000 solicitudes.

Esta cifra supone menos de un 2 % del máximo de beneficiarios que esperaba el Gobierno (un millón de beneficiarios) y aunque aún es pronto para saber si habrá un cambio sustancial, los bancos no creen que la situación cambie de cara a futuro.

A pesar de lo esperado por el Ejecutivo, las entidades bancarias fueron más precavidas y establecieron los beneficiarios en una horquilla entre el 10 % y el 50 %, es decir, entre los 140.000 y los 700.000 beneficiarios.

Causas del mal funcionamiento del plan

La banca explica que existen diferentes causas posibles por las que el plan de rescate no ha funcionado según lo previsto. La primera de ellas está relacionada con la subida llevada a cabo por el Banco Central Europeo (BCE) en relación a los tipos de interés.

Desde julio del año pasado, los tipos de interés han pasado del 0 % al 4 % para intentar controlar la inflación. Sin embargo, desde que se ordena la subida hasta que los nuevos precios se muestran en las cuotas hipotecarias, se produce un ligero desajuste y la implantación no es inmediata.

En segundo lugar, la situación y las condiciones económicas además de los requisitos que los clientes deben cumplir al pedir una hipoteca, condicionan mucho la solicitud de nuevos préstamos.

Las personas que han pedido una hipoteca prefieren no pedir este tipo de ayudas para no tener que recurrir al Código de Buenas Prácticas para la reestructuración viable de las deudas con garantía hipotecaria sobre la vivienda. Basado en las medidas urgentes de protección de deudores hipotecarios sin recursos.