Adif se gasta 12 millones en controlar la vegetación en las vías del AVE
Con el objetivo de prevenir los efectos nocivos que la vegetación puede provocar en la infraestructura
El Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a licitar, a través de Adif, los servicios de control y eliminación de la vegetación en las vías de alta velocidad en explotación por un valor estimado de 12,2 millones de euros.
El contrato prevé actuaciones para mantener sin vegetación las zonas de banqueta y transición de la plataforma, con el objetivo de prevenir los efectos nocivos que la vegetación puede provocar en la infraestructura, instalaciones ferroviarias y las circulaciones, al mismo tiempo que se minimiza el riesgo de incendio en el perímetro de la vía.
El control de la vegetación en líneas de alta velocidad en explotación se realiza con un tren herbicida, que abarca tanto la plataforma como cunetas y márgenes. Se utilizará en vías generales, ramales de conexión, vías de apartado y estaciones, a excepción de zonas de vía en placa, túneles y viaductos.
En estaciones, las actuaciones del tren herbicida se complementarán con selvicultura preventiva, que consiste en el desbroce y tratamiento herbicida de la vegetación en los márgenes de la vía.
En materia de prevención, Adif pone en marcha anualmente el Plan de Prevención de Incendios, que se aplica en toda la red ferroviaria y se apoya en la colaboración con las operadoras ferroviarias, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y los servicios de extinción de incendios de las diferentes administraciones.
El plan se refuerza durante el periodo estival y tiene como objetivo minimizar la posibilidad de incendios mediante la anticipación, la permanente vigilancia de la evolución de fenómenos meteorológicos adversos y la adecuada conservación de la infraestructura.
Además de las labores de limpieza de la vegetación en la vía y la zona de servidumbre, se mantiene una vigilancia especial en los trabajos de mantenimiento que puedan producir fuentes de ignición y se intensifica el control sobre los detectores de temperatura de los ejes de los trenes.
En el ámbito de las operadoras ferroviarias, se refuerza la vigilancia para el óptimo estado de los frenos de los trenes de mercancías, así como los motores de combustión de las locomotoras y autopropulsados con tracción diésel.