La inflación en España no está controlada: estamos en la media de la zona euro

Con la satisfacción del deber cumplido de haber ejercido el derecho más importante que tenemos los ciudadanos –que es votar para escoger a los que nos tienen que gobernar– y con el deseo de que lo hagan con las reglas del juego que ellos marcaron durante su campaña política, entramos en la normalidad democrática. Es momento de que se constituyan las cámaras y el Rey llame a consultas a los cabezas de lista de las principales fuerzas para determinar quién puede gobernar.

Mientras se llenan las páginas de pronósticos de quiénes formarán gobierno y cuándo lo harán, la vida sigue y escribiremos de economía para no perder el tono de lo que hay que cambiar.

Hoy vamos a hablar del IPC armonizado y de la inflación subyacente entre los países más importantes de la Unión Europea para ver cómo se han comportado en junio, con los datos ya oficiales comunicados por Eurostat.

El IPC armonizado, IPCA, «es una medida de la inflación en la UE que utiliza una metodología común para los Estados miembros y se utiliza para comparar la inflación entre los distintos países de la UE, evaluar el cumplimiento de los criterios de convergencia y como referencia en la política monetaria del BCE».

Las diferencias entre el IPC y el IPCA son pequeñas, pero el INE ha preferido mantener las dos series y calcular los dos Índices, cuya mayor diferencia está en que el IPCA solo mide el gasto en consumo nacional, mientras que el IPC tiene en cuesta el gasto fuera de España. Por eso hay pequeñas diferencias entre las dos series, pero el IPCA es el que nos sirve realmente para compararnos con los miembros de la zona euro y de la Unión Europea.

Al final del primer semestre, el IPCA de la UE y sus 27 países está en una subida del 2,8 %, mientras que en la zona euro está 4 décimas por debajo y se queda en un 2,4 %. España está una décima por encima de la media del euro con un 2,5 % y tenemos a Italia y a Países Bajos, que parece que son quienes realmente ha controlado la inflación, aunque les queda trabajo con la subyacente.

Alemania está un en 2,7 % a nivel del primer semestre; Francia, que era un país que difícilmente se le iba la inflación de las manos, está sin control, tanto económica como políticamente. Y Polonia, entre que no está en el euro y su proximidad con Ucrania y Rusia, está con un IPCA muy alto todavía.

Desde el punto de vista de la inflación subyacente, que es la realmente preocupante en estos momentos, la Unión Europea en el primer semestre está en un 3,7 %, lo que la lleva a terminar el año por encima del 7 % demostrando la labor que queda por hacer.

La zona euro está en un 3,3 % –de nuevo un 0,4 % por debajo– y España está una décima por debajo de la media, con una tendencia al 6 % al final del año. Por mucho que diga el sanchismo, estamos muy lejos del túnel de salida y no se ve ni siquiera luz.

Alemania está en un 3,0 % de subyacente, Francia en un 3,5 %, pero Italia con un 2,9 % es de nuevo la más baja. Lo que Italia sí tiene claro es que, después de nueve meses de Meloni al frente del gobierno, se encuentra en mucha mejor posición en casi todas las variables económicas.

Francia sigue con una subyacente preocupante de un 3,5 % y en Países Bajos, que tiene contralado el IPCA, la subyacente campa a su aire con un 3,8 %. Ya se pueden poner las pilas si la quieren controlar.

Polonia, que entra dentro de nada en campaña electoral, debe de hacer su trabajo para parar el IPCA y la subyacente que está todavía en el 5,6 %.

Si quitamos a Polonia, que no está en el euro, en este análisis, lo que podemos decir sin duda que Italia lo ha hecho mucho mejor que nadie, y que todos los demás tienen trabajo que hacer, o simplemente dejar que las acciones del BCE no se vean contaminadas con exceso de gasto público, que eche gasolina al fuego de los precios.

Pero eso que dijo el sanchismo de que ya tenemos controlada la inflación, nada de nada, estamos en la media de la zona euro, décima arriba, décima abajo.