España ocupa el puesto 18 de la UE en porcentaje de gasto en Salud

Tras publicar hace unos días un artículo en el que explicaba que la Sanidad nos costaba 88.000 millones de euros, un 14,5 % del gasto público, me han llegado varios comentarios que me gustaría contestar.

Julio San Martín, de La Rioja, me lee todos los días ya que siempre tuitea un resumen de mi artículo destacando lo que considera más importante. Me hizo varias preguntas que pude contestarle inmediatamente a través de WhatsApp, pero con otra de ellas quedé en hacer un artículo para explicarlo.

Últimamente he reunido un montón de información con la metodología que definió la OCDE y que posteriormente fue adoptada por Eurostat para normalizar todo el sistema de reporte e información de los países que pertenecen a esas organizaciones, sobre algo tan importante como es el gasto público.

El método Classification of The Functions of Government (COFOG, por sus siglas en inglés), clasifica el gasto de las administraciones públicas por operaciones del Sistema de Cuentas Nacionales según la función o finalidad para la que se utilizan esos fondos. Se considera que es «la base apropiada para examinar la estructura del gasto público, evaluar su calidad y contribuir a la ejecución de la política económica».

Al ser adoptada por Eurostat quiere decir que todos los datos que di sobre la Sanidad española están disponibles para todos y cada uno de los países miembros de la Unión Europea. Por lo tanto, se pueden hacer todo tipo de comparaciones entre los sistemas de salud –desde el punto de vista del gasto– de cada uno de los países.

Eurostat además dispone de un índice donde compara el tema de la salud entre las 242 regiones estadísticas que tiene establecida para la UE. Este índice, RCI 2023, Regional Competitiveness Index, colocó a Madrid, con datos de 2019 a 2022, como la primera región de la UE en el tema de la salud.

Pero hoy no vamos a hablar de la situación de la salud que tenemos en España, que nos ha costado 88.000 millones y que ha representado el 14,5 % del gasto público total, sino dónde se encuentra comparada con lo que dedican a salud los otros 26 países.

La media de la zona euro y de la UE está en el 15,8 %, por lo que inmediatamente podemos ver que España está 1,3 puntos porcentuales por debajo, que es lo mismo que decir que tenemos que dedicar un 9 % más de nuestro presupuesto para ponernos a su nivel. España, el país social, se encuentra en realidad en el puesto 18 de los 27 países.

Los dos países que más dedican a la salud, en porcentaje del total de su gasto público, son los que se están convirtiendo en los futuros líderes de la Unión. Irlanda es el país que más se ha transformado económicamente en este siglo, se ha convertido en el segundo país en renta per cápita solo superada por Luxemburgo y está demostrando su auténtica apuesta por una transformación total del país. Y Chequia, que cada día demuestra más que tiene una estrategia tan clara que ha permitido a Praga superar en renta per cápita a Madrid.

Los dos países dedican más de un 21 % de su gasto público a la salud y son sin duda el ejemplo a seguir.

Un poco más lejos, pero muy igualados, hay otros 3 países: Países Bajos, Dinamarca y Austria. Estos dedican más de un 18 % de su gasto a la salud.

Alemania, con un 16,9 % y 2,4 puntos más que España, está en la séptima posición. Portugal, nuestro país vecino, ocupa la novena posición con un 15,9 %. Francia dedica un 15,6 % y se encuentra en la posición número 12 y por debajo de España está Italia, que solo dedica un 13,7 % a la salud, siendo Hungría el país de la Unión que más trabajo le queda por hacer, junto con Grecia, que solo dedican a salud un 11,6 %.

Con este análisis queda bien claro, que estoy mandando un mensaje a los posibles nuevos gobernantes. No hagamos una de Rajoy, bajar los gastos de Sanidad y de Educación. Antes que todo eso hay mucho gasto político que se puede reducir, pero la salud de los habitantes de España debe de ser una línea roja que no se puede cruzar y eso desde el principio hay que dejarlo bien claro.

Tenemos que bajar los gastos para poder bajar los impuestos y que la gente que está en riesgo de exclusión social y de pobreza vuelva al sistema y ayude con su participación en el crecimiento de nuestro país, pero la salud debe de ser una de las áreas a defender por encima de cualquier deseo de tocar a la baja estos gastos.

Al revés deberíamos de analizar lo que ha hecho Madrid con su presupuesto, mucho más bajo por habitante que Cataluña y Andalucía, para que en salud sea la primera región de la UE y aplicar sus métodos y sus sistemas al resto de comunidades.