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El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Alvárez-Pallete.

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Alvárez-Pallete.Alejandro Martínez Vélez / Europa Press

El Gobierno tendrá que decidir en tres meses si acepta que los saudíes sean mayoritarios en Telefónica

Tendrían derecho al menos a un puesto en el consejo de administración, un lugar privilegiado para desarrollar su negocio

La legislación antiopas que se actualizó por Real Decreto el 4 de julio de 2022 y que entró en vigor el 1 de septiembre implica que el Gobierno tiene que aprobar la compra del 5 % del capital de Telefónica que Saudi Telecom Company (STC) ha efectuado a través de instrumentos financieros.

La nueva legislación antiopas ha bajado del 10 % al 5 % la necesidad de requerir autorización al Gobierno para la entrada de inversiones extranjeras en empresas españolas consideradas estratégicas y también ha reducido el tiempo en el que el Ejecutivo debe comunicar su decisión: los seis meses anteriores han quedado reducidos a tres meses, de modo que el Gobierno debería comunicar su decisión a los saudíes en el mes de diciembre.

Si la decisión del Gobierno es favorable, STC se convertiría de hecho en el principal accionista de Telefónica. Al 5 % de participación a través de instrumentos financieros se añadiría el 4,99 % de toma directa de acciones, con lo cual sumaría un 9,99 %.

La participación otorgaría a la compañía, propiedad del Estado saudí y mayor empresa de telecomunicaciones de Oriente Medio, al menos un asiento en el consejo de administración; quizá incluso dos.

Esta presencia privilegiada en el órgano de decisión de la principal empresa española de telecomunicaciones y una de las más grandes del mundo permitirá a los saudíes aprender y valerse del know how de Telefónica en terrenos como la fibra óptica, el 5G y otros tipos de tecnología y utilizarlo en los terrenos en los que está presente, además de sacar partido de la importante presencia española en geografías como Reino Unido, Brasil, España o Iberoamérica.

En ambientes diplomáticos y empresariales asombra que esta operación pueda haberse desarrollado de modo tan inadvertido, pero la realidad es que el presidente estaba fuera y nadie esperaba una inversión de este tamaño por parte de los saudíes. Tanto Telefónica como el Gobierno han tenido conocimiento de la operación a última hora. «La empresa se ha puesto en contacto con el Gobierno ayer», ha reconocido la ministra en funciones de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.

Los compradores han dicho que no tienen intención de tomar control de la compañía, pero lo cierto es que, de entrada, una inversión de 2.100 millones de euros como la que han llevado a cabo «son palabras mayores», como señala el analista de Renta 4 César Sánchez-Grande.

Ahora Telefónica deberá sentarse con los saudíes para saber si el propósito de su participación es puramente financiero o estratégico. De momento los saudíes dicen que tienen confianza plena en la compañía española y en su presidente, José María Álvarez Pallete, y Telefónica ha agradecido la inversión educadamente y de momento no dice nada más, a la espera de nuevos acontecimientos.

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