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No existe una cifra oficial de liberados sindicales en España

Trabajo

Retrato de los liberados sindicales, el secreto mejor guardado de la izquierda en España

El misterio de su número en la función pública y el dinero que cobran sigue sin resolverse

Aquellos días previos al 29S de 2010 se pudo ver la última fotografía de la liberación sindical en España. UGT y CC.OO. celebraron en un día laborable una asamblea para arremeter contra la reforma laboral de José Luis Rodríguez Zapatero.

En el interior del Palacio de Vistalegre hubo 16.000 y otros 3.000 más fuera. Casi 20.000 trabajadores que se ausentaron de su puesto de trabajo para acudir a un acto sindical. Todos ellos hacían una labor semejante, cobraban el sueldo íntegro de su empresa o de la administración, pero se dedicaba casi a pleno rendimiento a labores de representación sindical.

Sin datos oficiales

Nunca ha habido datos oficiales sobre los liberados sindicales que hay en la administración y que se pagan con los impuestos de los españoles ni de los que hay en la privada y reducen considerablemente su aportación a la empresa.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez (i), y el secretario general de CC.OO., Unai Sordo (d)Europa Press

Cándido Méndez intentó limpiar la imagen del liberado sindical diciendo aquello de que «la gente piensa equivocadamente que es un trabajador que no da ni golpe». Las funciones sindicales suelen incluir la representación de los intereses de los trabajadores en la empresa o en el sector en general, la negociación de acuerdos colectivos, la participación en reuniones y comités laborales, y la defensa de los derechos laborales de los trabajadores.

Las cifras del sindicalismo en España son de hace varios años y, aunque no eran oficiales, aseguraban unos 5.000 liberados sindicales en el sector privado, según la CEOE y unos 10.000 en el público entre administración central y autonómica. El dato empeora cuando se conoce que casi 300.000 representantes sindicales se comen unos 60 millones de horas anuales dedicadas a esta representación de trabajadores.

Privada

La CEOE aseguró hace años que esos casi 5.000 liberados de la privada costaban «más de 250.000 de euros al año, sin contar el coste de reposición o la productividad asociada».

En 2011 la cifra de liberados sindicales se recortó. El 1 de agosto de ese año 2.500 funcionarios y empleados públicos dejaron de ser liberados sindicales y se reincorporaron a sus puestos de trabajo. El gobierno de la Comunidad de Madrid de Esperanza Aguirre fue el primero en plantear esa medida que supuso un ahorro de 73 millones de euros.

Los liberados de Aguirre

Aguirre se puso dura y de los 3.600 liberados sindicales que había antes de la aplicación del plan de austeridad se quedaron en 1.200. De las 75 horas semanales se pasó a 40. Incluso se pusieron en marcha cursos de reciclaje para aquellos que se incorporaron a sus puestos de trabajo para conocer de nuevo la labor que llevan años sin ejercer.

El secreto mejor guardado de la izquierda es el dinero de las arcas públicas que salen para empleados que no desempeñan su empleo, que cobran por trabajar un par de horas al día. Muy atrás quedaron aquellos representantes de los trabajadores que les prestaban su ayuda y conocimiento ante problemas laborales para defender sus derechos.

Pedro Sánchez

Durante el gobierno de Pedro Sánchez, la cercanía con los sindicatos ha sido total, hasta el punto de subir sus subvenciones hasta los 17 millones de euros. A cambio, pocas o ninguna manifestación, pero la obligación de atacar frontalmente a los empresarios. Una situación inaudita en España donde los sindicatos se manifestaban contra los empresarios en lugar de contra el gobierno.

La llegada del PP y Vox a muchas comunidades después de las elecciones municipales ha puesto en peligro la presencia de sindicatos en zonas como Castilla y León que ya anunciaron recortes extremos de personal.