¿Por qué el objetivo de inflación del BCE es del 2 % en lugar del 0 %?
Para la institución es fundamental mantener la estabilidad de precios y reducir el riesgo de deflación
Con la subida de hace unos días, el Banco Central Europeo parece haber dado por finalizada la escalada de los tipos de interés para contener la inflación. Pero el organismo que preside Christine Lagarde va a mantener el 4,5 % hasta que el IPC de la zona euro baje del 2 %, algo que no se espera, por lo menos, hasta 2025.
El sistema financiero está condicionado por una compleja red de interacciones entre los distintos agentes que se ve afectada por los cambios sociales o políticos. Tras la huelga de transportes y la posterior invasión de Ucrania, los costes de producción de las empresas se dispararon trasladándose a los precios. Ante este incremento de la oferta, los trabajadores demandan mayores salarios, lo que volvió a aumentar esos costes de producción provocando una escalada de precios conocida como inflación.
En esta situación, las autoridades monetarias de los países utilizan los tipos de interés para contener esa escalada. Estos representan tanto el coste de un préstamo como la rentabilidad de un instrumento de ahorro o inversión. Al aumentar el tipo de interés, cuesta más pedir una hipoteca y hace más atractivo ahorrar, lo que disminuye la demanda. Ante menores expectativas de subidas de precio, se moderan las necesidades salariales, reduciendo la inflación.
El objetivo del BCE es situar esa tasa de inflación por debajo del 2 %, aunque para ello todavía queda mucho camino por recorrer. Los expertos de la institución calculan que la inflación subyacente –aquella que excluye la energía y los alimentos por su volatilidad– cerrará en el 5,1 % en 2023, en el 2,9 % en 2024 y en el 2,2 % en 2025.
El motivo por que el BCE establece en el 2 % y no en el 0 % ese objetivo tiene que ver con el concepto de estabilidad de precios y la deflación. La estabilidad se traduce en el mantenimiento del valor del dinero en el tiempo reduciendo los riesgos e incentivando la inversión.
Peligros de la deflación
Respecto a la deflación, es el fenómeno contrario a la inflación y supone una caída continuada de los precios, algo perjudicial en la economía ya que puede provocar una reducción del gasto y la inversión y la consiguiente caída del crecimiento y aumento del desempleo.
Si creemos que los precios van a bajar, posponemos la decisión de compra, lo que obligará a las empresas a bajar los precios. Con menos beneficios, tendrán que reducir costes y bajar salarios o reducir plantilla.
Por eso, el BCE considera que el 2 % ofrece suficiente margen para aprovecharse de las ventajas de la estabilidad de precios y reduce el riesgo de deflación. Además, proporciona cierto espacio a los tipos de interés nominales respecto al límite inferior efectivo de los tipos de interés.