La forma en la que puedes cobrar una herencia sin pagar las deudas del fallecido
Los herederos pueden evitar pagar las deudas de dos formas, pero ambas requieren de sacrificios en el cobro de la herencia
El hecho de cobrar una herencia puede llegar a convertirse en una pesadilla para sus herederos. De hecho, además de hacer frente a los costes del Impuesto de Sucesiones y del resto de gastos de testamentaría, el heredero deberá hacer frente a las deudas de la persona fallecida, ya que estas también se heredan.
Por ello, existen dos formas de evitar asumir las deudas de una herencia, aunque requerirán de una serie de sacrificios por parte del heredero. La primera de ellas, que es la que está creciendo en la actualidad, consiste en renunciar directamente a la herencia.
En el caso de que la herencia de un ser querido venga cargada de deudas o en un momento de crisis para el receptor de la misma, esta será la mejor opción. Asimismo, se renuncia por completo al patrimonio pero también se evita el pago del Impuesto de Sucesiones.
Por otro lado, aquellos que no quieran perder toda la herencia por las deudas, pueden escoger una opción intermedia cuya efectividad depende de la cuantía total a deber. Básicamente, se trata de aceptar la herencia a beneficio de inventario.
Pagar las deudas con el patrimonio del difunto
Con esta opción, el heredero se librará de pagar las deudas con su patrimonio. Se abonarán igualmente, pero se pagarán con el patrimonio del difunto hasta que el valor de las deudas sea igualado. Una vez que estén liquidadas, la suma de dinero y patrimonio restante pasa a manos de los herederos.
Para no buscar problemas con Hacienda, se recomienda al heredero o a los herederos pedir a la Central de Riesgos del Banco de España información sobre las deudas del fallecido y realizar un inventario con todos sus bienes para ver si estos pueden encargarse de cubrir sus deudas. En el caso de que sean elevadas y se opte por la renuncia, hay que controlar los plazos.
En este sentido, se deberá renunciar a ella antes de que expire el plazo para liquidar el Impuesto de Sucesiones, que es de seis meses. Si se hace tarde, será considerado como una donación y habrá que pagar por ella. Al mismo tiempo, es recomendable consultar los plazos con un abogado, ya que si hay varios herederos el periodo es más corto.