Adiós al 'paraíso portugués': así ha reventado la burbuja fiscal en el país vecino
Costa elimina el último vestigio de la política para atraer capital tras dispararse el precio de la vivienda y aumentar los desequilibrios tributarios
En plena crisis financiera, Portugal implantó una serie de medidas para atraer capital extranjero, convirtiendo al país en un paraíso para los residentes no habituales. Desde hace unos años, no obstante, el gobierno luso ha dado un giro en sus políticas fiscales ante los desequilibrios que se estaban produciendo en el mercado.
El último capítulo se cerró esta semana, cuando el presidente António Costa anunciaba el fin de las ventajas fiscales para los pensionistas extranjeros en un intento de frenar la escalada de precios de la vivienda. «Mantener esta medida supondría prolongar una injusticia fiscal injustificada y sería una forma indirecta de seguir impulsando los precios del mercado inmobiliario», señaló en una entrevista a CNN Portugal.
Para atraer a profesionales extranjeros cualificados, Portugal estableció en 2009 una especia de 'ley Beckham' a través de la implantación de un régimen especial –el de 'residente no habitual'– de tipo único del 20 % durante diez años, mientras que mantenía el progresivo para los portugueses. Además, las pensiones de jubilación de origen extranjero estaban exentas hasta 2020, cuando comenzaron a tributar el 10 % tras las presiones de Suecia y Finlandia.
Esto provocó la llegada masiva de 'nómadas digitales' y pensionistas, principalmente británicos y franceses, que tensionaron el mercado inmobiliario. Tampoco ayudó la concesión de golden visas, con las que el Gobierno recaudó casi 6.900 millones de euros hasta su eliminación este año.
Según los datos de Eurostat, el precio de la vivienda en Portugal ha aumentado un 77 % desde 2010 y en el último año el precio del alquiler medio ha crecido un 11 %. Ante esta situación, miles de manifestantes salieron a las calles hace unos días para protestar al beneficiar a colectivos extranjeros mientras que los propios portugueses pagan un tipo marginal progresivo de hasta el 48 %.
La 'tasa de solidaridad' impone un tipo adicional del 5 % a las rentas superiores a 250.000 euros
Además, desde 2010 se introdujo la llamada 'tasa de solidaridad', un impuesto temporal –aunque sigue vigente– con un tipo adicional del 2,5 % para las rentas superiores a los 80.000 euros, y del 5 % a partir de 250.000 euros. Para un país con uno de los IVA más alto de toda Europa, el apetito recaudatorio del gobierno luso es importante, por lo que está poniendo coto a los beneficios fiscales.
Ingresos por criptomonedas
Desde el 1 de enero de este año, los ingresos procedentes de la venta de criptomonedas tienen un gravamen del 15 %, excepto los de minería, que tributan al 95 %. No se gravan, en cambio, las plusvalías derivadas de la venta de criptoactivos mantenidos durante un año o más, ni el intercambio.
Antes de esa fecha, solo tributaban los ingresos generados por la compraventa de criptomonedas si se realizaban de forma habitual y constituían una actividad profesional o empresarial por parte del contribuyente.
Impuesto de sociedades progresivo
Uno de los mitos sobre los beneficios fiscales de Portugal era relativo al impuesto de sociedades. Si bien tienen un tipo general inferior al español, del 21 %, se le debe sumar una derrama municipal que puede llegar al 1,5 %, y uno estatal para empresas con beneficios superiores a 1,5 millones que van del 3 % al 9 % con un tramo intermedio del 5 %.
En España, el tipo general es del 25 % y el reducido del 23 % para las empresas que facturan menos de un millón de euros. Eso sí, a diferencia de España, Portugal no tiene impuesto sobre el patrimonio y sobre sucesiones y donaciones entre padres e hijos.