La deuda del Estado aumenta 81.900 millones en los primeros nueve meses del año

Llevo semanas anunciando que septiembre puede ser el mes en que la Administración Central del Estado pegue un petardazo en deuda y todos mis vaticinios se han cumplido. El Tesoro Público acaba de colocar en su web los resultados de deuda a 30 se septiembre de 2023 y la cifra ha llegado a 1,381 billones, solo por la Administración Central del Estado.

En solo 9 meses nos hemos ido a 81.914 millones de euros de deuda nueva para el negociado de Pedro Sánchez. Sus 22 ministerios, sus más de cien Organismos Autónomos y la Seguridad Social, que es una gran comedora de caja. Si soy sincero, esperaba no haber superado el 1,375 billones y esta deuda se ha ido a 1,381 billones, que son 6.000 millones más, por lo tanto mucho peor.

Esta cifra, cuando se consolide con la Comunidades Autónomas y con las Corporaciones Locales y se deduzcan las deudas cruzadas según el método del Protocolo de Déficit Excesivo, que el Banco de España nos confirmará a mitad de noviembre, si no me equivoco y mis estimaciones son correctas, la deuda total se colocará muy muy cerca de los 1,590 billones, total país.

La situación no tiene parangón. María Jesús «Txiqui» Montero, anunció a Bruselas que a finales de 2023 llegaríamos a 1,577 billones y lo habremos superado ampliamente en el cierre del tercer trimestre. «Claro que, como están en funciones, no pueden tomar decisiones» y por eso no pueden dar los datos de a dónde han ido los Fondos Next Generation, no pueden hacer una lista de los 100 mayores receptores de esos fondos y no pueden controlar los gastos de la Administración Central.

Pero fuera de la ironía de mi anterior comentario, la situación se está volviendo muy seria. Cuando se confirmen los 1,590 billones de deuda a mitad de noviembre, el Estado con la recaudación de octubre habrá reducido, si lo hacen bien, entre 7 y 8 mil millones de deuda y seguro que levanta la pancarta que ya tenemos controlada la deuda.

Pero los que estudiamos estos números, sabemos que, en junio para pagar las pagas extras de empleados públicos y pensionistas, necesitaron endeudarse en 25.000 millones de euros.

Además tenemos un noviembre que no es nada bueno en recaudación por naturaleza, a lo que habrá que añadir que este año se recaudará menos IVA y, por lo tanto, podemos calcular fácilmente que noviembre sea un mes de endeudarnos en unos 10.000 millones como en 2022.

Todo esto nos puede llevar a una deuda consolidada, de todo el entramado público, de 1,615/1,620 billones con un incremento anual de 110.000/115.000 millones de deuda, que es la misma cifra que tuvimos que pedir en el 2020 con el COVID.

Yo no sé si desde Moncloa son conscientes de a dónde están arrastrando a nuestro país y tampoco sé si los gobernantes europeos son conscientes a donde les está llevando Pedro Sánchez, pero la situación puede convertirse en irreversible tanto para España como para la Unión Europea.

Veamos cómo y dónde ha crecido la deuda y terminaremos con la situación de que es lo que nos puede pasar.

El Tesoro Público cerró el ejercicio de 2022 con una deuda en circulación de 1,299 billones, en donde las Obligaciones a 10 o más años eran la pieza clave de nuestra deuda.

Nueve meses después ha cerrado el mes de septiembre con 1,381 billones de deuda, en donde las Letras, por las que cada vez se está pagando más intereses, han reducido este monto en un 4,5 %. En los Bonos a 3 años y 5 a 7, el Tesoro ha decidido proteger las finanzas públicas, bajando la posición de nuestra deuda en un 10,5 %, mientras que ha incrementado en un 10,3 % en Obligaciones a más de 10 años y ha colocado 96.502 millones más.

La idea es muy clara. Patada a seguir, lo más lejos posible, por si los mercados empiezan a ponerse nerviosos y así tener la menor deuda posible que venza a corto, que es donde puede estar el gran riesgo del Reino de España. No debemos olvidar que este año vamos a tener que renovar 185.000 millones de deuda, que ha vencido ya o que queda por vencer.

Si el año que viene tenemos la misma cantidad es cuando pueden aparecer los riesgos y alguien pueda decir que exige la devolución de su deuda y, si eso sucede con uno puede suceder con varios o con todos los inversores, o simplemente que para renovar la deuda se nos pidan tipos de intereses impagables.

Con una deuda de 81.914 millones en 9 meses, si el incremento de la deuda fuese lineal, nos iríamos a 110.000 millones anuales, pero como diciembre es un mes muy duro por la doble paga, es cuando mi predicción dice que puede llegar a 115.000 millones.

Gasto político

Estados Unidos se está endeudando en casi 1 billón de dólares al mes, porque está abordando una inversión en aeropuertos, puertos y autopistas que lo que están es creando empleo, a pesar de que la economía está con unos tipos de interés del 5,5 %.

El problema de España es que esta deuda no es para financiar obras públicas que generan actividad económica, sino para financiar gasto político que no genera ni valor ni riqueza y, por lo tanto, ese gasto y esa deuda no sirven para nada en la economía real.

Mis queridos lectores, la España post sanchismo no la va a reconocer nadie, nos está llevando a una ruina absoluta como país, de la que nos va a costar mucho más que sangre, sudor y lágrimas salir.