El dinero de los españoles en paraísos fiscales alcanza un récord histórico y duplica al presupuesto en Educación
El observatorio fiscal de la UE propone un nuevo impuesto para gravarlo tras superar los 140.000 millones de euros
Récord absoluto del dinero de los españoles en paraísos fiscales. Así lo certifica el Observatorio Fiscal de la Unión Europea en su informe informe «Evasión fiscal global 2024». Y es que, según el EU Tax Observatory, la riqueza financiera de los residentes españoles en territorios offshore ha alcanzado una cifra sin precedentes: se sitúa en torno a los 140.000 millones de euros.
Aunque ha experimentado una disminución en términos porcentuales respecto al PIB, pasando del 15,8% en 2001 al 10,6% en 2022, en términos absolutos ha alcanzado su punto más alto. Esta cantidad representa más del doble del gasto anual en educación en España —incluyendo a las Comunidades Autónomas éste se situó en 55.265,8 millones en 2020—.
El informe propone asimismo la implementación de un impuesto especial para las grandes fortunas, que podría generar hasta 200.000 millones de euros al año.
El informe también arroja luz sobre la situación en España, donde se dejaron de ingresar cerca de 4.500 millones de euros en 2019 debido al desvío de beneficios de las multinacionales hacia territorios con tributaciones más favorables. Esto evidencia, según el EU Tax Observatory, la necesidad clave de adoptar medidas para incrementar la recaudación y combatir la evasión fiscal.
Problemas con solución
A pesar de los retos y desafíos presentes, el informe destaca ciertos avances importantes realizados en los últimos años en la lucha contra la evasión fiscal.
Desde 2017, el intercambio automático de información bancaria entre países ha permitido desvelar miles de millones de euros ocultos en refugios fiscales, contribuyendo a una reducción drástica de la evasión fiscal por parte de las grandes fortunas. Si bien al inicio del siglo hasta un 95% de la riqueza financiera offshore no era declarada, actualmente se estima que la cifra se ha reducido al 27%.
No obstante, el volumen de activos financieros registrados en paraísos fiscales en el extranjero ha seguido subiendo, superando los 10.320 mil millones de euros en 2022. Suiza, tradicionalmente el principal destino de estos capitales, se ha vuelto menos atractiva, mientras que los centros offshore de Asia, como Singapur y Hong Kong, han ganado terreno.
El informe también pone el foco en el déficit fiscal de los megarricos, cuyas fortunas han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos 25 años. A pesar de ello, su contribución fiscal es extremadamente baja, moviéndose en un rango entre el 0% y el 0,5% de su riqueza total. Se propone un impuesto mínimo del 2% a nivel global exclusivamente para los milmillonarios, lo que podría generar unos 183.400 millones de euros.
En lo que respecta a las multinacionales, el informe subraya que, a pesar de las iniciativas adoptadas a nivel internacional, la pérdida de recaudación de los estados causada por los esquemas fiscales de los grandes grupos empresariales no ha disminuido. Cerca del 36% de los beneficios que las multinacionales obtienen fuera de su país de origen son trasladados a paraísos fiscales cada año.
La Unión Europea se encuentra entre las regiones más afectadas por estas prácticas, perdiendo cerca del 20% de su recaudación por impuesto de sociedades. Alemania y el Reino Unido encabezan la lista de los países más perjudicados, mientras que España pierde el 16% de su recaudación por este concepto.
El informe también aborda la creciente problemática de la propiedad inmobiliaria offshore, señalando que se ha convertido en un «punto ciego» en el intercambio de información financiera. Se estima que cerca del 25% de los activos financieros se han transformado en bienes inmobiliarios desde que se implementó el intercambio obligatorio de información bancaria.
El documento se centra en seis ciudades y áreas específicas donde los individuos y firmas extranjeras poseen una cantidad significativa de propiedades, incluyendo Londres, Dubai, Singapur, París, Costa Azul y Oslo. En el caso de España, la riqueza en bienes inmuebles extraterritoriales en estas zonas asciende a 2.900 millones de euros.