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El comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas SchmitEuropa Press

Política social

El futuro del empleo en Europa está condicionado a la transición ecológica y digital

Esta es una de las conclusiones de la Cumbre Social Tripartita de este miércoles entre sindicatos y representantes europeos

La Cumbre Social Tripartita que se ha celebrado este miércoles en Bruselas reúne a sindicatos y patronal con los principales dirigentes de la Unión Europea, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen -que en esta ocasión no ha podido asistir-, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.

Por la parte española han acudido en representación de la presidencia española del Consejo de la Unión Europea la ministra de Trabajo en funciones Yolanda Díaz y el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez.

Por la parte de los trabajadores han asistido los representantes de la Confederación Europea de Sindicatos y de BusinessEurope.

El encuentro busca fijar caminos comunes entre políticos, empresarios y trabajadores. Dado el contexto de reconstrucción europeo desde la pandemia de covid, había muchas expectativas en conseguir cerrar filas.

Aunque las posturas a priori parecían ya marcadas, sí que es cierto que el mensaje verde sigue sin calar del todo, o al menos se pone en cuarentena por parte de BusinessEurope. «El pacto verde todavía no lo consideramos como una medida eficaz para solucionar los problemas», ha asegurado su presidente Fredrik Persson.

La obsesión por parte de las instituciones europeas es dirigir el mercado laboral a la transición verde y digital.

«Queremos que la política verde sea una estrategia de crecimiento, no queremos que nadie se quede rezagado», señaló Charles Michel en rueda de prensa.

«Trabajamos muy duramente para que Europa sea más verde, más justa, para que a nivel internacional haya más justicia, más respeto por las normas comunes», apuntó.

El comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicola Schmit, se mostró preocupado por la «pérdida de siete millones de empleos en Europa». Reconoce que las «causas son múltiples y que la “demografía es una de ellas».

Las condiciones de los sindicatos

La Confederación Europea de Sindicatos (ETUC por sus siglas en inglés) ha pedido que las inversiones públicas para promover la transición ecológica solo se proporcionen a las empresas que apoyan empleos de calidad, mientras que la patronal europea BusinessEurope solicitó que sea «más fácil» hacer negocios.

«La razón por la que estamos aquí hoy es para pedir una política industrial verde. Necesitamos eso para tener buenos empleos en Europa, para tener un futuro de buenos empleos en Europa. Buscamos un triple dividendo: para las empresas, para los trabajadores y para el medio ambiente», afirmó la secretaria general de ETUC, Esther Lynch, a su llegada a la cumbre.

«Nuestro mensaje clave es que las inversiones no deberían ir a las empresas, salvo que apoyen buenos empleos y el derecho a la formación», comentó.

Pero en la rueda posterior a la cumbre sí que Lynch matizó algo importante: «tenemos que asegurarnos de que descarbonizar no es desindustrializar».

No sorprenden determinadas posturas en las que se apoya la llamada transición verde porque para Bruselas es uno de los pilares del futuro de la Unión al que ha destinado cientos de miles de millones de euros. Los sindicatos saben que comprar el mensaje verde es asegurar el futuro laboral.

A pesar de eso, no todas las voces apoyan esta inversión al considerar que es más un proyecto ideológico que real. Se duda de la capacidad de preparación en la actualidad para educar a los futuros trabajadores mirando a un mercado laboral por ahora muy lejos de cumplir con los estándares deseados.

El presidente de BusinessEurope, Fredrik Persson, señaló que «hace falta una acción audaz por parte de la Comisión Europea para hacer esto posible» y añadió que hay «señales prometedoras» en la declaración aprobada este mismo mes en la cumbre informal de líderes de los Veintisiete celebrada en Granada o en el discurso sobre el Estado de la Unión que Von der Leyen pronunció en septiembre ante la Eurocámara.

Díaz quiso sacar pecho por la actuación del Gobierno y destacó que España y Bélgica han propuesto que las cumbres sociales tripartitas se conviertan en una cita «que tenga más peso» y aborden «desde el fondo de los asuntos los problemas de actualidad del mercado de trabajo europeo, pero que además esta cumbre, como otros organismos, tenga elementos de control, de seguimiento y de evaluación de los asuntos que en la misma tratamos».