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Francisco Millán Mon, eurodiputado del PP y vicepresidente primero de la Comisión de Pesca del Parlamento EuropeoFrancisco Millán Mon

Entrevista

Millán Mon, eurodiputado: «La UE aplica su política verde con brocha en vez de pincel»

El vicepresidente de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo explica que la UE debería legislar con mayor equilibro y tener en cuenta a los pescadores además de a los peces

La industria pesquera de la Unión Europea enfrenta un periodo de aguas turbulentas. Francisco Millán Mon, eurodiputado del Partido Popular y vicepresidente primero de la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, describe la situación como «delicada».

En una entrevista con El Debate, enumera las dificultades que supone la política medioambiental europea para el sector. Señala además que «ha habido años complejos, los últimos», no olvidando el impacto de la pandemia y del Brexit en el sector, así como la subida de los carburantes.

¿Los mayores problemas? Los citados anteriormente y también la legislación ambientalista europea, que complica la operativa pesquera. Millán Mon advirtió que «la visión medioambientalista no puede ser la única», recordando la importancia de equilibrar la conservación con las dimensiones económica y social, como exige la Política Pesquera Común.

El relevo generacional es otro desafío: Mon subraya la dificultad de atraer a la juventud al sector, ya que «la pesca tiene poco atractivo para los jóvenes». La falta de interés amenaza al sector, que también requiere una armonización en la formación a nivel global.

Además, la disminución del consumo interno está perjudicando mucho a la industria, especialmente en España.

«Con brocha gorda»

La política medioambiental de la Unión Europea es importante, pero no se ha aplicado con suficiente equilibrio y rigor científico. En muchas de sus iniciativas, como la de limitar el arrastre de fondo en ciertas zonas del Atlántico, «no se llevan a cabo estudios de impacto y se manejan datos insuficientes», afirma Mon.

De esta manera, y según el eurodiputado, la UE legisla y toma medidas «con brocha gorda» en vez de «pincel», sin prestar atención al detalle.

¿Quién va a pagar la renovación de esos barcos? Yo, personalmente estoy convencido de que muchos barcos no van a tener arreglo, sino que habrá que hacerlos nuevos

Millán Mon destaca el «problema regulatorio» que supone, por ejemplo, la rigidez en el concepto de capacidad pesquera. Esta impedirá la adaptación de los barcos a las nuevas tecnologías y medidas de descarbonización que va a exigir la UE. La legislación actual establece límites estrictos para la sustitución de motores y la ampliación de las zonas de habitación y descanso de los barcos, lo que dificulta la implementación de mejoras técnicas y sociales.

En materia de descarbonización, hay también un problema técnico, la incertidumbre sobre la solución más efectiva, que sigue siendo un tema sin resolver. «No sabemos todavía si por fin la solución va a ser las baterías eléctricas, o si va a ser el amoníaco, o si va a ser el metanol o los buiofuels o el hidrógeno», señaló Millán Mon.

El desafío económico no es menor. La renovación de la flota pesquera, para cumplir con los requisitos de descarbonización, conllevará un alto costo.

Millán Mon critica por consiguiente que para implementar medidas de descarbonización es necesaria una solución al problema regulatorio, técnico y financiero.

El eurodiputado concluyó que la descarbonización podría necesitar la construcción de nuevos barcos, dada la magnitud de los cambios necesarios. Es una circunstancia que perjudica todavía más al mundo de la pesca: «¿Quién va a pagar la renovación de esos barcos? Yo, personalmente estoy convencido de que muchos barcos no van a tener arreglo, sino que habrá que hacerlos nuevos.»

La dependencia extranjera

Millán Mon también pone de manifiesto la paradoja de vivir en un continente rodeado por mares, pero ser dependiente de las importaciones de productos del mar: «Estamos importando el 70% de los productos de mar. Pese a las tendencias, pese a estar bañado por mares en todos lados».

Según el eurodiputado, «dependemos en un 70 % de las importaciones. Las dificultades a las que se enfrenta la industria de la pesca en Europa implican que creamos desempleo aquí, para crear empleo en China, en Marruecos, en Vietnam o en Perú...» Esta dependencia no solo afecta la economía local sino que también plantea preguntas sobre la seguridad alimentaria y la soberanía de Europa en cuanto a sus recursos alimenticios.

Por ello, resulta muy inoportuna la reciente prohibición de la pesca de fondo en 87 áreas del Atlántico, para proteger los ecosistemas marinos vulnerables del arrastre de los barcos. Según el eurodiputado, puede ser perjudicial para comunidades con una fuerte tradición pesquera.

«Estamos sufriendo mucho con la prohibición. En mi zona, Galicia, está teniendo mucho impacto en determinados segmentos de la flota», explicó Millán Mon. Esta situación se ha agravado con la reciente entrada en vigor del veto a la pesca de fondo en estas áreas, a pesar de las reiteradas peticiones de suspensión y las protestas significativas de la comunidad pesquera, que se siente maltratada e ignorada por la Comisión Europea.

En mi tierra es muy importante toda la industria conservera y transformadora. Galicia, en concreto, es la segunda productora del mundo de latas de atún, la conserva de pescado más extendida en el mundo

El eurodiputado ha criticado la aplicación de la medida, que considera indiscriminada y basada en datos desfasados, sin una adecuada evaluación del impacto socioeconómico y sin consultas suficientes. Además, lamentó la falta de distinción entre artes fijas y móviles en la pesca de fondo, y denunció la interpretación rigurosa y sin matices de la Comisión Europea, que ignora las diferencias entre artes de pesca como el palangre y el arrastre.

En cuanto al empleo, Millán Mon destaca la relevancia de la industria conservera en su tierra natal, Galicia, donde es un pilar económico y social. «En mi tierra es muy importante toda la industria conservera y transformadora. Galicia, en concreto, es la segunda productora del mundo de latas de atún, la conserva de pescado más extendida en el mundo» resaltó.

La amenaza de China

Otro problema identificado por Millán Mon es la competencia desleal que suponen las prácticas de la flota china para el sector europeo. La falta de transparencia de las autoridades chinas respecto al número de sus barcos y sus actividades pesqueras, junto con acusaciones de prácticas ilegales y condiciones de trabajo inhumanas, plantean serias preocupaciones.

El eurodiputado ha instado a la Comisión Europea a continuar el diálogo con China para avanzar en una gobernanza sostenible de los océanos y combatir la pesca ilegal, al tiempo que ha solicitado la ratificación del Acuerdo de la FAO sobre medidas del Estado rector del puerto por parte de China.

La reciente aprobación del Reglamento de control en el Parlamento Europeo es un paso hacia la prevención de importaciones fraudulentas de productos del mar de terceros países, entre ellos China, lo que podría ayudar a mitigar algunas de estas preocupaciones.

Sin embargo, Millán Mon enfatiza la necesidad de cooperación internacional, trabajando con potencias pesqueras como Japón, Estados Unidos, el Reino Unido y otras para persuadir a China de comprometerse con prácticas de pesca sostenibles.

La industria pesquera, vital para el sustento de muchas comunidades y para la seguridad alimentaria de Europa, se encuentra en una encrucijada crítica. Las decisiones tomadas hoy tendrán un impacto duradero no solo en la economía y el medio ambiente, sino también en la vida de las generaciones futuras.

«Sin pesca no somos nada. Sin el mar, no somos nada. Hay que legislar con equilibro. Los peces son esenciales para la actividad pesquera, pero tampoco podemos permitir que desaparezcan los pescadores. Si el número de barcos va descendiendo, si los pescadores no quieren pescar, si quieren dedicarse a otras actividades, al final, ¿qué vamos a comer?», expresó el eurodiputado.

«¿Pescado chino, marroquí? Los noruegos inundan crecientemente [el mercado] con toneladas de salmón. ¿Dónde está el equilibrio? ¿Dónde está el equilibrio entre la dimensión medioambiental y la visión económica y social?», se pregunta.