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Tren de alta velocidad de Renfe

La huelga para evitar el traspaso de Cercanías a Cataluña obliga a Renfe a cancelar más de 1.500 trenes

El Gobierno fija en un 72% los servicios mínimos en alta velocidad con motivo de los paros, convocados también por la segregación de Mercancías de Renfe

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha establecido los servicios mínimos que se tendrán que cumplir durante la huelga de 24 horas en Renfe y Adif que arrancará este próximo viernes, 24 de noviembre, fijando en el 72% los servicios mínimos de Alta Velocidad y Larga Distancia.

Según la resolución del Ministerio, en los trenes de Media Distancia los servicios mínimos serán del 65%, mientras que en Cercanías se diferenciará entre hora punta (de 06.00 a 09.00 horas, de 14.00 a 16.00 y de 18.30 a 20.30), cuando serán del 75%, y el resto de la jornada, cuando serán del 50%, recoge Ep.

Renfe ofrecerá a los viajeros de AVE, Larga y Media Distancia, siempre que sea posible, viajar en otro tren en el horario más aproximado al adquirido. Si no desean realizar el viaje, podrán anular o cambiar para otra fecha su billete sin ningún coste.

La resolución, que se puede consultar en la web de Renfe, incluye todos los servicios que se prestarán en los cinco días de huelga convocados: viernes 24 de noviembre, jueves 30 de noviembre, viernes 1 de diciembre y lunes y martes 4 y 5 de diciembre.

Así, en Media Distancia, de los 3.160 trenes afectados por la huelga circularán en servicios mínimos 2.063, lo que supone el 65%. Por su parte, en Alta Velocidad y Larga Distancia, de 1.636 trenes afectados por la huelga, circularán en servicios mínimos 1.185, lo que supone aproximadamente el 72%.

Los comités de empresa de Renfe y Adif acordaron convocar esta huelga ante la incertidumbre generada en las plantillas por el traspaso de Rodalies, así como por la entrada de una empresa privada (MSC) en el capital de Renfe Mercancías.

El traspaso de Rodalies fue pactado entre PSOE y ERC en el marco de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez y supondrá que Cataluña adquiera el control sobre la gestión de las R1, R2 y R3, incluyendo los trenes y las vías. Posteriormente, se valorarán otras líneas.