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Panorámica de Astaná al anochecerArthur Aubakirov

​Kazajistán mira a Europa y China en busca de su propio camino fuera de la sombra del Kremlin

El Gobierno kazajo está implementando importantes reformas para convertir al país en un destino atractivo para los inversores internacionales

Enclavado en plena ruta de la seda, con un pie en Rusia y otro en China, Kazajistán se erige como uno de los países con mayor potencial de los próximos años. El presidente Kasim-Yomart Tokaev ha iniciado una serie de reformas para sacudir el polvo postsoviético que inundaba la sociedad bajo el mandato de su predecesor Nursultán Nazarbayev y convertir a esta joven nación en un destino atractivo para los inversores internacionales.

La pasada semana se celebró en Astaná la sexta Mesa Redonda de Inversión Global de Kazajistán, un encuentro que contó con la presencia de El Debate como único medio español, y que sirvió para que el país muestre músculo económico y estabilidad política en un contexto de desaceleración global como consecuencia de la invasión de Ucrania y el conflicto en Israel.

Y es que el 2022 fue un punto de inflexión para esta nación centroasiática. Tras los disturbios que sacudieron el país en el mes de enero, el Gobierno pidió la intervención de Rusia para apaciguar a los manifestantes a través de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, lo que fue interpretado por los observadores internacionales como un gesto de lealtad al Kremlin. Sin embargo, el precavido distanciamiento de Astaná ante la invasión de Ucrania ha sorprendido a esos mismos expertos.

Roman Vasilenko, viceministro de Exteriores kazajo, afirmó poco después de la invasión que Kazajistán no quería volver «a un nuevo telón de acero» mientras que Tokaev se negaba a reconocer los estados de Donetsk y Lugansk en un inusual enfrentamiento con Putin en el Foro Económico de San Petersburgo. De hecho, el presidente kazajo ha mantenido contacto con Volodímir Zelenski en varias ocasiones desde el comienzo de la invasión y siempre ha abogado por una solución diplomática del conflicto.

Kazajistán ha fortalecido sus vínculos con China, Turquía, los países del Golfo y la UE, principal inversor en el país

Al mismo tiempo, Astaná ha reforzado su imagen de perita en dulce del Gran Juego en Asia Central. Es, sin duda, la principal economía de la región y la que concentra la mayor parte de las inversiones internacionales, y no es casualidad que la primera visita al extranjero de Xi Jinping fuera a Kazajistán. El Ejecutivo kazajo, por su parte, ha fortalecido sus vínculos con Turquía, así como con los países del Golfo. Además, ha aumentado su acercamiento a la Unión Europea, con quien mantiene importantes lazos comerciales –Países Bajos es el primer inversor en el país–.

Además de la inversión internacional, la estrategia de Kazajistán se está centrando en el desarrollo de la energía verde, el turismo y, sobre todo, en la mejora del Corredor Medio o Ruta del Transcaspio, que permitiría unir China y Europa en una red de vías más rápida y segura. No obstante, todavía quedan muchos flecos pendientes.

Cautela

El conflicto de Ucrania ha tenido un efecto ambivalente en la economía kazaja. La inflación tuvo un impacto en el poder adquisitivo de la población, provocando la desaceleración de la economía. Por otro lado, las exportaciones a Rusia se dispararon, en gran medida por el aumento del precio de los hidrocarburos, así como la relocalización de empresas extranjeras obligadas a dejar el mercado ruso por las sanciones. También la oleada de ciudadanos rusos –en su mayoría jóvenes cualificados procedentes de entornos privilegiados– ha ayudado a aumentar la mano de obra en un país despoblado –es uno de los países del mundo con menor densidad de población–.

Sin embargo, la prudencia sigue siendo la base de las relaciones de Kazajistán con Rusia, consciente que su estabilidad depende en gran medida de que el foco del Kremlin siga centrado en Ucrania. En cualquier caso, cualquier distanciamiento tendría que ser aceptado por ambas partes dados los vínculos culturales y económicos de ambas naciones. Para ello, todo dependerá del devenir de la guerra en Ucrania.