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La ministra de Economía, Nadia CalvinoEFE

Calviño llega al día clave para su marcha al BEI con Sánchez dando por segura su elección

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía, Comercio y Empresa del Gobierno español, se encuentra en uno de los momentos más decisivos de su carrera: hoy sabrá si logra o no la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

El proceso, coordinado por Bélgica en calidad de presidente rotatorio de la junta de gobernadores del BEI, ha reflejado las tensiones actuales de la política y la diplomacia europea. La candidatura de Calviño ha ido ganando terreno poco a poco, pero no se cristalizó hasta después de que el ministro belga de Finanzas, Vincent Van Peteghem, enviara una carta a los Veintisiete miembros de la UE, sugiriendo a Calviño como la candidata de consenso.

Aunque la mayoría de los países aceptaron la candidatura de Calviño, careció de apoyos clave, como el de Italia.

A través de su ministro Giancarlo Giorgetti, el Gobierno de Giorgia Meloni expresó su desacuerdo con el procedimiento de selección y mantuvo a su candidato, Daniele Franco. Otros aspirantes, como la polaca Teresa Czerwinska, el sueco Thomas Östros y la danesa Margrethe Vestager, vicepresidenta de la Comisión Europea, también se han mantenido firmes en la carrera, pero el apoyo de Alemania da ventaja a Calviño.

Francia remolonea

Uno de los factores más decisivos en este proceso es el apoyo de Francia, que es uno de los tres máximos accionistas del BEI junto con Alemania e Italia.

El Gobierno francés, liderado por Emmanuel Macron, ha esperado hasta el último momento para posicionarse, dejando en vilo tanto a Calviño como a Pedro Sánchez, que ya da por hecha su victoria. Por su parte, Alemania y Portugal ya han mostrado su respaldo a la candidata española, lo que suma un apoyo importante a su candidatura.

Sánchez ya manifiesta su confianza en la elección de Calviño, tachando su partida de «enorme pérdida» tanto en lo personal como en lo político.

«Mañana, eventualmente, se tomará la decisión de designarla, pero posteriormente, en un consejo del BEI, tiene que ser nombrada oficialmente y posteriormente hacer el traspaso», señaló Sánchez en una entrevista con Antena 3.

El jefe del Ejecutivo precisó que ese traspaso «no será inmediato» porque pasarán unos meses hasta que se materialice. «Yo creo que mañana puede ser un buen día para España en su presencia en las instituciones europeas», señaló sin embargo Sánchez.

Un proceso opaco

Pero a pesar de la confianza mostrada por Sánchez y del apoyo recibido, la elección de Calviño no está exenta de críticas y dudas. La oposición y algunos sectores de la sociedad cuestionan el proceso de selección y la idoneidad de Calviño para el cargo, poniendo en tela de juicio la transparencia y la equidad en la designación de altos cargos en instituciones europeas.

Estas críticas se centran en el procedimiento de «no objeción» utilizado para esta elección, que algunos consideran poco democrático y demasiado influenciado por acuerdos políticos entre los estados miembros.

La posición de Calviño plantea interrogantes sobre quién será su sucesor en el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Sánchez ha asegurado que existen «potentes economistas» tanto dentro como fuera del Gobierno, dejando abierta la puerta a varias posibilidades.

En caso de ser elegida, Calviño deberá enfrentar múltiples desafíos en el BEI, desde financiar la transición verde hasta apoyar financieramente la reconstrucción de Ucrania. Además, tendrá que impulsar el papel del BEI en el ámbito internacional y trabajar en la simplificación y agilización de procedimientos. Estos retos son cruciales para el futuro de la Unión Europea y sus políticas de inversión.

La elección de Calviño también se observa como un posible fortalecimiento de la posición de España en la Unión Europea. Su experiencia previa como directora general de Presupuestos de la Comisión Europea y su trayectoria en el gobierno español son vistas como activos valiosos que podría aportar al BEI. Sin embargo, algunos críticos señalan que su elección podría ser más el resultado de negociaciones políticas que de méritos propios.

La decisión de Francia, que se espera para el viernes, será crucial en esta elección. Un apoyo francés a Calviño casi aseguraría su posición, dada la importancia de Francia en el BEI.