Este Gobierno ha matado la agricultura. ¿Cuál será el siguiente paso?
La agricultura ha muerto, la cultura morirá, el sector secundario va para abajo y queremos matar también a la empresa tecnológica de nuestro país
Este artículo no esperaba dedicárselo a nadie, porque lo que pretendía era hablar de la falta de estrategia económica de nuestro Gobierno, que no sabe lo que quiere, no sabe a dónde va y no entiende de nada, excepto de tratar de mantenerse en La Moncloa.
Pero cuando he visto los resultados he tenido que cambiar el titular y he pensado inmediatamente en mi amiga Mazaly Aguilar, que está como vicepresidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, y que lleva mucho tiempo diciéndome que este Gobierno, todo lo que le suene a sector primario, ha decidido que desaparezca.
Y aunque estaba convencido de que lo que Mazaly me contaba era cierto, no podía dejar de creer que estuviese en la línea de conseguirlo. Somos un país con una cultura agrícola y ganadera de enorme historia y muy arraigada en nuestra forma de comer mediterránea.
Es difícil pensar en nuestra gastronomía y la cantidad de chefs estrellas Michelín sin pensar en nuestros tomates, verduras, legumbres, pescados y carnes.
Pues bien: cuando he visto los resultados de la Contabilidad Nacional del 2022 por nuestros sectores productivos me he dado cuenta de que Mazaly tenía toda la razón.
Este Gobierno, que no sabe lo que quiere para España, sabe lo que no quiere, y no quiere agricultores y ganaderos potentes, porque esta gente sabe lo que quiere, sabe que el sector primario ha sido toda su vida, su modo de vida y que es un grupo de votantes que nunca le votarán porque ya le han pillado y ha decidido cercenarlos, quitarles toda la posibilidad de subsistencia y acabar con ellos a costa de lo que haga falta.
Y eso es fácil y sencillo siguiendo exactamente al pie de la letra las consignas de la Agenda 2030 en el tema alimentario y las sigue, las implanta y obliga a su cumplimiento porque es su forma de conseguir que cada día haya menos agricultores y ganaderos en nuestro país.
Va a por ellos y no parará hasta conseguirlo, hasta que no quede nadie. Esto se llama política de Tierra Quemada, que no Firme.
Y cuando hayamos visto los números, les haré mi predicción de por dónde va a continuar, si le da tiempo y sigue muchos años en La Moncloa, y por muchos quiero decir otro quinquenio al frente del Gobierno.
La economía española ha crecido en valor y en producto interior bruto en términos reales en el último quinquenio, primero de Sánchez, solamente un 5,3 %, que esto equivale a crecer una media del 1,05 % anual.
Pero esto no ha sido igual para los 10 sectores en que se descompone la economía de un país.
Así tenemos que la Agricultura, ganadería y pesca es el sector más afectado, pero lo es a pesar de que en el 2020 se volcó en tratar de solventar un problema muy serio que tuvo este país y que gracias al esfuerzo de nuestros agricultores y ganaderos lo pasamos menos mal.
Este sector, junto con de las Actividades financieras, fueron los únicos capaces de crecer en nuestra economía. Pero en 2022 este sector ha decrecido un 19,8 %, es decir, en un solo año ha perdido el 20 % de su capacidad productiva, gracias al esfuerzo de un ministro inútil e incompetente como Planas, que solo ha sido la voz de su amo, en el objetivo de hacer desaparecer al sector primario en España.
El sector primario ha decrecido en los cinco años a una media anual del 2,6 % y lleva una pérdida del 12,9 %.
El segundo sector más perjudicado en este quinquenio es la Construcción, cuya producción ha caído un 5,8 %, que supone una bajada media anual del 1,1 %.
El tercer peor sector en comportamiento económico ha sido el de las Actividades artísticas y recreativas, que a pesar de la subida del 14,1 %, acumula una bajada en los 5 años de un 3,8 %, que equivale a una pérdida del 0,8 % anual.
Y aquí, y con todo respeto, me parto de la risa con todos los progres de la cultura, el cine y demás actividades artísticas y recreativas, a los que está dando por donde nunca entra la luz y encima le ríen las gracias, ellos, ellas y elles, y que serán carne picada en los próximos años. Y esto será así porque en una dictadura como la que quiere nuestro presidente ni se puede tener opinión, ni se puede ser libre, y si no que miren hacia Rusia, Cuba o Venezuela, y verán que es el momento de ir poniendo sus luengas barbas y grandes pelos en los sobacos a remojar.
La industria es el cuarto sector más perjudicado. Decrece un 1,8 %, que equivale a un 0,35 % anual, y se está convirtiendo en un auténtico problema de cara al futuro porque nadie está haciendo nada por nuestra industria alimentaria, muy ligada al sector primario, ni tampoco hay un plan de industrialización, porque a nadie se le ha ocurrido ponerse a pensar que con los Fondos Next Generation esto se hubiese podido arreglar en parte.
Nuestros sectores líderes son la Información y las comunicaciones, que crece un 21,8 %, y que cuando parecía que este sector iba viento en popa, el comunismo quiere entrar a controlar a través de la SEPI a una Telefónica que es un ejemplo de compañía líder en el mundo, pero sobre todo bien gestionada. Este sector crece en los 5 últimos años a una media, que es espectacular, de un 4,4 % anual.
El segundo sector en importancia es el de las Actividades profesionales, que crece un 19,4 %, a una media anual del 3,9 %, y la tercera en importancia es el comercio al por mayor y al por menor, que tiene un crecimiento acumulado en los dos últimos años de un 31,7 %.
Como podemos ver, somos un país en el que el sector primario ha muerto, la Industria y la Construcción están en declive y, por lo tanto, solo vivimos y cada vez más de nuestro sector servicios, en el que destacamos en el turismo y en el que tenemos una empresa puntera en tecnología que se llama Telefónica y que el Gobierno va a pasar a tomar el control de la misma y esperemos que, a corto y medio plazo, es decir, hasta que caigan, respete al actual equipo directivo.
Como resumen, la agricultura ha muerto, la cultura morirá, el sector secundario va para abajo y queremos matar también a la empresa tecnológica de nuestro país.
No se a quién prefiero, si a Castro a Chávez o a Sánchez. CASI QUE A NINGUNO.