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Análisis económicoJosé Ramón Riera

La morosidad bancaria sube lentamente

No cabe ninguna duda de que las instituciones financieras españolas aprendieron la lección de la crisis financiera del 2008 al 2013

Actualizada 04:30

Que las instituciones financieras españolas aprendieron la lección de la crisis financiera del 2008 al 2013, no cabe ninguna duda.

Que cayeron muchas Cajas de Ahorro gestionadas por políticos, es la verdad.

Que cuando los políticos meten mano en una empresa la lían, es otra de las irrefutables verdades que tenemos en nuestro país.

Que cuanto más progres son los políticos, más les gusta la intervención en las empresas, es un axioma y, por lo tanto, no necesita demostración.

Que cuanto más de izquierdas son los políticos peor gestionan las empresas es una realidad contrastable, salvo alguna honrosa excepción y en este momento no me acuerdo de nadie.

Que en el gobierno quieren meter mano en las empresas del IBEX es una realidad palpable, no solo por la próxima entrada del ICO en el capital de Telefónica, sino porque ya, además, dicen que tienen que buscar sinergias con Indra que es la otra controlada por el Gobierno.

Que han decidido ponerse a atacar a todo lo que huela a privado es obvio, con las manifestaciones de dos Vicepresidentes del Gobierno, Yoli Díaz y Tere Ribera, que se desmelenan por ver quien es más progres y ataca más a los empresarios.

Afortunadamente para la Banca, de momento, les basta con el Impuesto Especial, pero que tengan mucho cuidado con lo que puede acontecer en los próximos meses porque este gobierno está desaforado en sus ansias por perpetuarse en el poder y la banca tiene una cosa que gusta a todos los políticos de izquierda: el dinero, la caja, la liquidez para gastar.

La Banca, hasta ahora, además se ha ido salvando de meterse en el gran charco de la deuda soberana de nuestro país, aunque tiene 158.000 millones de ésta, es una cifra muy tranquilizadora para ella y muy preocupante para un gobierno intervencionista donde los haya y aquí, sino al tiempo, aparecerá un problema el día que la prima de riesgo se dispare y se le exija a la Banca ser la salvadora de la patria.

De momento, el foco del Gobierno está en recaudar y no en financiarse que hasta ahora no tiene demasiados problemas, salvo que los intereses de la deuda que vamos a pagar en el 2024 ya sabemos que se nos han disparado en 6.000 millones de euros.

Hasta que lleguen los problemas más serios, a la Banca le toca controlar las provisiones para cobro dudoso

Por lo tanto, para la Banca hasta que lleguen los problemas más serios, lo que les toca es gestionar y aprovechar la coyuntura para tener las cuentas lo más saneadas posibles y una forma de ello es tener controladas las provisiones para dudoso cobro, que es lo que vamos a analizar a continuación.

Como podemos ver, la banca española ha pasado de 45.370 millones de euros en noviembre del 2022 a 42.396 millones en noviembre del 2023, pero esta gran reducción de 2.974 millones de euros viene producida porque en el mes de diciembre del 2022 se produjo una reducción de 2.211 millones.

Desde entonces las variaciones mensuales son mucho más pequeñas, bajando en enero, febrero y marzo, cantidades tales como 259 millones, 305 millones y 381 millones.

Pero desde abril, la banca ha empezado a notar el problema de los hogares y las empresas con los tipos de interés y así en abril, tuvieron que provisionar 346 millones y en mayo, 268 millones.

Cierto que en junio y julio hubo alegría para el sector al reducirse su necesidad de provisiones en 2 meses en 1.074 millones.

Pero desde entonces, los cuatro meses siguientes han sido de aumentos pequeños, como septiembre y noviembre, de 30 y 17 millones, o algo más importantes en agosto y octubre con 307 y 298 millones respectivamente.

Está más que claro que el Mecanismo de Supervisión Monetaria que estableció el Banco Central Europeo, cuando Mario Draghi era el Presidente, ha funcionado muy bien para obligar a las entidades financieras a cumplir con unas ratios de solvencia para evitar futuros problemas.

En cualquier caso, está claro que el problema que va a tener la economía española para la banca española es de mucho menor calado que el problema político del intervencionismo que pretende acometer este gobierno.

Aquí poco importa la gestión, el Mecanismo de Supervisión, el Banco Central Europeo, si la Comisión Europea y el Consejo Europeo junto con el Tribunal de Justicia de Luxemburgo no toman cartas en el asunto, carece de importancia que la morosidad suba un poco más o un poco menos, lo que puede llegar a suceder es que España sea la nueva Argentina y antes que después termine abandonando la Unión Europea, el euro y se convierta en el líder del mundo bolivariano.

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