El Banco de España pide al Gobierno que la reducción de jornada ofrezca mayor flexibilidad a las empresas

El Banco de España advierte que la elevada tasa de paro y el envejecimiento de la población española hacen necesaria una «revisión exhaustiva de las políticas de empleo». Además, señala que unas elevadas indemnizaciones de despido, junto a unas «generosas prestaciones por desempleo», estarían asociadas a un nivel de desempleo estructural alto.

En su Informe Anual, la institución que dirige Pablo Hernández de Cos, destaca que los cambios tecnológicos relacionados con la robótica y la IA y el envejecimiento de la población tienen «implicaciones importantes para la demanda y la oferta, así como para la eficacia de las políticas de empleo».

Por ello, ve necesario «reconsiderar las políticas de empleo», concretamente las políticas activas del mercado de trabajo, y avanzar «en la definición de las causas objetivas de despido y en la reducción de la incertidumbre asociada a estos procesos». Sobre el despido, el Banco de España alerta de los efectos de los costes del despido y las prestaciones por desempleo en la empleabilidad y movilidad laboral.

«La literatura económica apunta a que unas elevadas indemnizaciones por despido junto a unas generosas prestaciones por desempleo, que empujen al alza los salarios de reserva de los trabajadores, estarían asociadas a un nivel de desempleo estructural alto», comenta el informe.

Además, apunta a que si los incentivos a la búsqueda de empleo no están «suficientemente alineados», las transiciones del desempleo hacia el empleo «serán reducidas y, por tanto, también será bajo el nivel de empleo agregado».

Este organismo también incide en la baja productividad, «que apenas ha aumentado desde el comienzo de la pandemia» con un crecimiento de horas efectivas trabajadas «sensiblemente menor», y pide que la reducción de la jornada laboral lleve aparejada «una amplia flexibilidad» para evitar los efectos negativos sobre los costes laborales, la productividad y el empleo.

Apunta, además, que en 2023 se produjo un aumento de los costes laborales por la subida de las cotizaciones sociales. Aunque esta medidas persigue reducir el «abultado» déficit del sistema de pensiones, los ejercicios de simulación del Banco de España señalan que un incremento de un punto en el tipo efectivo medio de las cotizaciones sociales podría generar, al cabo de cuatro años, una caída en el número de ocupados cercana al 0,25 %.

Por ello, propone introducir cambios en la duración de las prestaciones, hacer compatibles determinados subsidios con el empleo y mejorar la integración de las políticas de rentas que las distintas Administraciones Públicas han desplegado, «de forma que se pueda conformar un sistema de protección asistencial eficiente y robusto que proteja a aquellos colectivos con una empleabilidad muy limitada».

Subida del SMI

Sobre el salario mínimo interprofesional (SMI), la institución indica que, tras las subidas de los últimos años, la ratio entre salario mínimo y salario medio «habría superado los objetivos del 60 % del salario bruto mediano y del 50 % del salario bruto medio» establecidos por la UE.

Así, considera «conveniente» que las próximas subidas del SMI tengan en cuenta los posibles efectos adversos que podrían suponer, en ausencia de mejoras en la productividad, para el empleo de determinados grupos de trabajadores.