El 60 % de los españoles pide subir los impuestos a rentas altas pese a que ya pagan 12 puntos más que la media europea

Pocos temas concitan tanto respaldo: hay que subir los impuestos a las rentas altas. Lo volvió a poner este miércoles negro sobre blanco Intermón Oxfam con una encuesta según la cual el 59,1 % de los españoles considera que las clases altas pagan demasiado poco en impuestos. Un porcentaje que se eleva hasta el 62,1 % en el caso de las grandes fortunas, y que supera el 53,7 % en lo referido a las grandes empresas.

Basada en 4.000 entrevistas online, la encuesta, elaborada por 40dB, muestra también que el 60 % opina que los trabajadores, tanto asalariados como autónomos, pagan demasiados impuestos en comparación con los grandes patrimonios. Y que tan solo cuatro de cada diez españoles estaría dispuesto a contribuir más de lo que ya lo hace.

Pese a esta percepción, un reciente informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) pone de manifiesto que la suma de cotizaciones sociales e IRPF en el tramo superior de renta está en España muy por encima de la media europea. De hecho, se sitúa en el 59,5 %, 11,7 puntos más que la UE, donde ronda el 47,8 %.

«España es el sexto país con mayor presión fiscal sobre las rentas altas», afirman desde el IEE. Tan solo Eslovenia (67,5 %), Bélgica (66,6 %), Portugal (63,2 %), Reino Unido (62,7 %) y Finlandia (60,4 %) gravan más a los contribuyentes de altos ingresos, situándose la media de la OCDE en el 47 %. La consecuencia, advierten los fiscalistas, es que las rentas altas tienen un incentivo para establecer su residencia en otro país, si bien deben cumplir varios requisitos.

Ser rico, más 'barato' en España

Desde el IEE, dependiente de la CEOE, destacan también que el umbral para definir qué es una renta alta es mucho más bajo en España que en otros países del entorno. «Aunque el tramo superior de la fiscalidad individual se aplica en la OCDE a aquellos contribuyentes cuyo nivel de renta multiplica por seis los ingresos de un trabajador al uso, en España encontramos que dicho valor es de apenas 0», afirma en su último Informe sobre Competitividad Fiscal, con datos de 2023.

Por comparación, el IRPF más alto aplicado en Francia se cobra a quienes ganan 14,2 veces más que el asalariado medio; 13 en Portugal, 8,2 en Estados Unidos o 5,2 en Alemania, mientras que el valor es de 0,6 en España. En otras palabras: nuestro umbral para definir quién afronta el tramo más alto de IRPF es diez veces más bajo que lo observado en la OCDE.

Ahora bien, otros expertos apuntan a la existencia de beneficios que mitigan el impacto sobre las clases altas o las grandes empresa, también mejor asesoradas para aprovechar lo que los fiscalistas denominan «eficiencia fiscal». «Uno de los problemas de nuestro sistema fiscal es que hay demasiados beneficios fiscales y no se analiza si cumplen o no los objetivos que persiguen», apunta, en conversación con El Debate, Carlos Cruzado, presidente del sindicato de técnicos de Hacienda y coautor del libro Los ricos no pagan IRPF.

Uno de los problemas de nuestro sistema fiscal es que hay demasiados beneficios fiscales y no se analiza si cumplen sus objetivosCarlos CruzadoPresidente de Gestha

Para Cruzado «estamos más o menos en el mismo nivel que en nuestro entorno en términos de presión fiscal», teniendo en cuenta que «el sistema tiene bastantes agujeros, con un nivel de economía sumergida bastante superior a la media europea, lo que explica buena parte del diferencial negativo que existe con respecto a Europa».

Cerrar la brecha fiscal media con Europa, como tiene sobre su mesa el actual Ejecutivo, supondría, según diversas estimaciones, subir los impuestos en algo más de 43.000 millones de euros. En este sentido, un reciente informe del Instituto Juan de Mariana consignaba que desde 2018 se han aplicado no menos de 69 aumentos tributarios, elevando el peso total de la carga tributaria sobre el salario medio (34.989 euros) por encima del 44 %, con la suma de IRPF, IVA, cotizaciones e incluso IBI.